El desplome en los precios del petróleo a nivel internacional y la falta de un plan creíble para que Pemex salga a flote de esta crisis con la estrategia actual del gobierno ha disparado a niveles históricos la tasa que pagan los mercados de deuda para cubrirse ante un posible incumplimiento en los compromisos con sus bonistas.
El miedo a que Pemex caiga toca máximos históricos
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La petrolera que dirige Octavio Romero Oropeza ha redoblado su apuesta por incrementar su producción de petróleo y refinados, en medio del derrumbe de los mercados energéticos.
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Esto ha sumado a la incertidumbre y críticas de analistas, inversionistas y las agencias calificadoras, que tienen a la compañía a un paso de tener bonos basura, aunque la situación de los papeles de deuda de la firma reflejan que los mercados financieros descuentan que pronto caerá en la zona especulativa.
El credit default swap (CDS) de Pemex a cinco años escaló a los 902.14 puntos el 24 de marzo, el mayor nivel registrado, y 627.41 puntos más que el registrado a inicios de este año, según cifras de la agencia de noticias Bloomberg. El diferencial entre el CDS de los bonos soberanos de México y Pemex también tocó máximos con 666.70 puntos, un alza de 513.80 puntos respecto al inicio de este año.
Estas cifras muestran el aumento en la percepción del riesgo de los inversionistas sobre Pemex a niveles incluso mayores que en la crisis financiera de 2008 o la de precios del petróleo de 2015 y 2106, apunta Luis Gonzalí, vicepresidente y senior portafolio manager de Franklin Templeton.
“El mercado no sólo descuenta que caerá en la zona de bonos basura, eso se veía antes de la caída de los precios del petróleo , pero esos 900 puntos reflejan que esperan que la rebaja de la calificación puede ser mayor”, dice el especialista.
La agencia S&P redujo la nota de Pemex y de los bonos soberanos de México la semana pasada, aunque aún se ubica dentro de la categoría considera con nivel de inversión. Pero Fitch tiene a la compañía en la zona de bonos basura desde el año pasado con BB+, y Moody’s la tiene a un escalón de caer en esta categoría.
“Fitch espera que Pemex requiera de financiación externa importante durante 2020 dado esta expectativa de que va a generar un libre flujo de caja negativo, como resultado de una alta tasa impositiva en conjunto con un ambiente de precios bajos del petróleo”, dijo la agencia, en un reporte publicado el 20 de marzo.
La calificadora estima que el costo final de producción de Pemex antes de impuestos promedia los 50 dólares por barril, y llega a los 80 dólares una vez tomados los gravámenes, teniendo en cuenta los gastos que realizó para pagar su deuda durante 2019.
La agencia cree que la petrolera estatal va a generar flujos de caja negativos de entre 15,000 a 20,000 millones de dólares para este año, si es que no recibe ayuda externa, ni reduce su inversión de capital.
“Al precio promedio de la canasta de crudos de Pemex de 20 dólares por barril, el negocio de exploración y producción de Pemex no genera el suficiente flujo de caja para recuperar su costo operacional y financiero (la mitad del ciclo total de costos) que requiere más de 25 dólares por barril, y la compañía dependerá de su negocio de refinación y que el gobierno le permite quedarse con los impuestos a la gasolina para recuperar el costo del periodo”, dijo Fitch.
Mooyd’s también ha señalado el aumento en el riesgo para Pemex y México, derivado de la caída en los precios internacionales del crudo.
"En el caso del soberano, la perspectiva negativa de la calificación A3 ya incorporaba el riesgo de que (la petrolera estatal) Pemex pudiera requerir apoyo recurrente y sustancial por parte del gobierno (…)La caída en los precios del petróleo y el riesgo de que éstos se mantengan bajos amplifican este riesgo ", de acuerdo a una nota firmada por la analista de soberano de Moody’s Ariane Ortiz-Bollin, publicada el 11 de marzo.
Los precios de las referencias estadounidense y europea en los mercados internacionales perdieron alrededor del 66% de su valor en lo que va del año, mientras que la mezcla mexicana de exportación tuvo una mayor caída con 80%, debido a que la petrolera estatal ha tenido que elevar sus descuentos para colocar sus barriles de crudo Maya, una de las mezclas más pesadas y con mayor contenido de azufre que ofrecen los mercados internacionales.
El aumento en los CDS de Pemex reflejan el incremento en la tasa que pagan los bonos de la compañía, y la reducción del 40% en los precios de estos papeles, debido a que los mercados no ven claridad en la estrategia del gobierno para sacar adelante la situación de la empresa, dice Gonzalí.
“La idea de echar para atrás la reforma energética no le gusta al mercado”, dice el analista.
La administración de Andrés Manuel López Obrador ha dado largas a la presentación de un plan de infraestructura en materia energética que se esperaba desde inicios del año; pero donde se ha descartado que se impulsen nuevas rondas petroleras o asociaciones con Pemex.