Las empresas petroleras en México, que ha comprometido inversiones por más de 4,600 millones de dólares sólo para este año, deberán evaluar sus proyectos ante la caída de los precios del petróleo, dice Alberto de la Fuente, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI).
Las petroleras privadas en México reevalúan sus proyectos por la baja de precios
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El grupo, que integra a las firmas que ganaron más de 100 contratos en las rondas petroleras en el sexenio pasado, espera que el gobierno reabra estos concurso porque considera que sólo así se alcanzarán las “ambiciosas” metas en materia energética del presidente Andrés Manuel López Obrador.
La fuerte caída en los precios internacionales del crudo y el golpe de la pandemia del coronavirus, tanto en lo económico como en el cierre de dependencias del gobierno, impactará en los planes de exploración, desarrollo y producción de las petroleras privadas en México, que deberán evaluar si retrasan parte de sus inversiones o realizan recortes para afrontar esta crisis, señala de la Fuente.
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“Como hemos dicho en otras ocasiones, 70% de los contratos son de exploración, donde están lejos de producir. Siguen comprometidas a la exploración, también entendiendo que, con motivo de la contingencia, algunos de estos planes se empiezan a retrasar, ya sea porque las agencias están cerradas, porque no podemos meter papeles, porque la información no llega, o simplemente porque la contingencia nos termina pegando a todos”, dice el directivo.
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La mezcla mexicana de exportación (MME), la referencia de precio a la que Pemex exporta el crudo, acumula una baja de casi el 70% en lo que va del año, debido a la guerra comercial que vive el mercado. Este derrumbe ha hecho que varias petroleras a nivel internacional hayan anunciado reducciones y ajustes a sus planes de inversión en exploración y producción para este año, para afrontar tanto esta caída en los precios como la baja en la demanda mundial de petróleo debido a la pandemia de coronavirus.
Las empresas petroleras privadas en México aún se encuentran en esta evaluación, pero esto va a afectar tanto a las que están en etapa de exploración, como las de producción, dice de la Fuente.
“Las empresas que ya están por producir, supongo que estarán haciendo los ajustes que tengan que hacer para ser rentables, incluso con precios estos petróleo; cuidando obviamente el flujo de caja, sus finanzas, su viabilidad económica de mediano y largo plazo”, afirma.
Las compañías deben presentar sus planes de exploración y desarrollo ante la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el regulador sectorial, para su aprobación, y dentro de estos esquemas de trabajo deben estimar un rango del precio del crudo para analizar si sus presupuestos cumplen con ser rentables frente a varios escenarios.
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La petrolera italiana ENI, por ejemplo, estimó un precio promedio de 31 dólares por barril para hacer rentable el proyecto antes de impuestos, y de 49.5 dólares después de impuestos, para su proyecto en Amoca, Miztón y Tecoalli. Debajo de estos precios, se generaban pérdidas.
El grupo aún no tiene certeza sobre el retraso o recortes a la inversión para este año, pero espera que se cumplan con las metas a mediano y largo plazo. Las empresas con contratos derivados de las rondas, incluidos los adjudicados a Pemex, tienen aprobadas inversiones por 4,674 millones de dólares (mdd) para este año, según cifras de la CNH a febrero.
Revivir las rondas
Las “ambiciosas” metas en materia energética del gobierno de Andrés Manuel López Obrador requieren más que los contratos de servicios adjudicados por Pemex, señala de la Fuente. De ahí que desde la AMEXHI se insista en la necesidad de relanzar las rondas petroleras y las asociaciones.
El gobierno tiene en mente desde el año pasado relanzar los llamados CSIEE, un tipo de contrato usado desde hace tiempo por Pemex que conllevan ciertos incentivos fiscales para la explotación de campos petroleros bajo la supervisión de la empresa estatal. Este tipo de adjudicaciones, sin embargo, han fallado en el pasado en su meta para impulsar la producción de petróleo y gas, debido a que las condiciones termina por ser restrictivas para los operadores del contrato.
“Nosotros hemos insistido en que el reto y la ambición que tiene este gobierno es tan grande que sin duda los CSIEE (Contratos de Servicios Integrales de Exploración y Extracción) y esos contratos de servicios serán importantes para alcanzar ese objetivo, pero que como país deberíamos utilizar todas las herramientas a nuestra disposición, incluidas la de tener nuevas rondas y tener farmouts”, dice el también el presidente y director general de la gigante petrolera Shell en México.
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Pemex dejó inconclusa una consulta pública que abrió a mediados de 2019 para mostrar al mercado las condiciones base que proponía para lanzar este tipo de contratos, que quiere usar para explotar los yacimientos con un alto grado de explotación, los llamados campos maduros.
El gobierno parece decidido a lanzar estos esquemas dentro del paquete de proyectos en materia energética que ha pospuesto presentar desde inicios del año, y que aún no tiene fecha para su publicación.
“También escuché al presidente decir que si bien hay un plan económico, si bien hay un programa que buscan alcanzar, ellos están siempre abiertos a rectificar si las cosas no salen de alguna manera. Así que eso nos da la esperanza de que siempre hay formas de que las cosas cambien”, dice de la Fuente.
Los agremiados de la AMEXHI esperan que los reguladores en materia de hidrocarburos, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), y ambiental, la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA), muestren flexibilidad durante este momento de contingencia y crisis, con el fin de apoyar al sector energético.
“Sin duda habrá repercusiones en términos de inversiones, de viabilidad de proyectos, etc. Apenas estamos viendo el principio, pero repito que me siento confiado y tenemos dos buenos aliados para salir de esta”, dice de la Fuente. “Tenemos el compromiso tanto de CNH como de ASEA para hacerlo, porque todos deberemos aprender a ser más productivos, a ser más eficientes, a trabajar de mejor manera”, dice el directivo.
La administración redujo su perspectiva de producción de crudo para este año de 1.94 millones a 1.85 millones de barriles promedio diario, una cifra aún mayor que la promediada en febrero de 1.72 millones de barriles, de los que 1.67 millones provienen de campos operados por Pemex, y 48,029 barriles por privados.