La industria mexicana, que ha crecido muy de la mano de los socios comerciales del país, Estados Unidos y Canadá, ve con preocupación el paro que enfrentan industrias clave como la automotriz, aeronáutica y electrónica, tres sectores que no están incluidos en el listado de actividades esenciales para la economía en México (sí lo está el sector de telecomunicaciones, una parte de la electrónica), y que sí tienen esta consideración para los socios del T-MEC. De ahí que una de las principales medidas que propone la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) sea homologar este listado para no romper la cadena de proveeduría regional.
La Concamin pide homologar el listado de actividades esenciales con EU y Canadá
“Una cadena de suministro rota supone que una empresa de Estados Unidos no pueda abrir, por la integración que existe entre nuestras cadenas. Igual pasa con Europa. Esto nos pone en una situación muy delicada. Si México no es confiable, (las empresas) empezarán a buscar proveedores locales y regresar la industria de proveeduría a Estados Unidos significa perder todo lo que hemos ganado, con exportaciones que estaban creciendo a doble dígito antes de esta situación”, expuso Eduardo Solís, representante de la Concamin, y expresidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), en conferencia de prensa.
Solís puso como ejemplo las 14 empresas de proveeduría aeronáutica en Chihuahua responsables de producir las puertas y el cableado del Boeing 787 Dreamliner. “Estamos poniendo en riesgo todo lo que hemos ganado”, apuntó. Además, informó que la Asociación Nacional de Manufactura de Estados Unidos envió la semana pasada una carta al gobierno mexicano en la que instaba a revisar el listado de actividades esenciales.
No es la única solicitud de la industria al gobierno. Guillermo Funes, vicepresidente de la Concamin y expresidente de la Canifarma, señaló que este sector está preocupado por las compras internacionales de medicamentos que está realizando el gobierno, “a precios baratos pero no necesariamente con la mejor calidad”. “A esto se suma el tema del pago oportuno: excepto el IMSS, las otras instituciones no cumplen los términos de pago”, expuso. “Ante la peor pandemia y una crisis económica a nivel mundial, en México se promueven leyes en detrimento de la industria mexicana y de la conservación de empleos”.
También para José Cohen, representante de la industria del calzado, textil y vestido, se están realizando compras de material sanitario, como cubrebocas, que se podría producir en el país. Sustituir las importaciones podría ser una bocanada de aire para un sector que ya arrastraba caídas por la competencia asiática. El 70% de las empresas de estos sectores han registrado una caída de entre 81% y 100% de sus ventas y más del 60% no están cobrando, ante la crisis económica causada por la pandemia de coronavirus.
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Según una encuesta elaborada por Concamin, 94% de las empresas industriales del país han tenido impactos negativos por la crisis derivada de la pandemia y 57.3% han visto reducidas sus ventas entre 51% y 100%. Según Alejandro Malagón, vicepresidente del organismo, 45.4% disminuirá sus objetivos como consecuencia de la situación sanitaria y económica. “El problema no solo es la baja de las ventas, sino el acceso a la liquidez para seguir operando”, aseguró.
El organismo aun no tiene datos de cuántas empresas han cerrado por la crisis o de cuántos empleos se han perdido, pero 48.7% de las empresas que participaron en su encuesta semanal señalaron que han tenido que reducir su plantilla. Solo 0.95% aumentó su personal.
“El empresario no puede estar obligado a lo imposible”, apuntó Raúl Picard, presidente de la Comisión de Comercio Interior de la Concamin. “Cualquier empresario está en su derecho de liquidar conforme a la ley a cualquier empleado que no pueda mantener. Trataremos de mantener el empleo, pero el empresario no puede estar obligado a lo imposible, no nos pueden decir que nos estamos portando mal”, señaló ante la falta de medidas de apoyo del gobierno hacia el sector empresarial.
El programa de medidas que propone la Concamin está formado por cinco puntos, alineados a lo que solicita el resto de organismos empresariales:
1. Conformación de un Grupo de Alto Nivel para enfrentar el problema del Covid-19, en el que participen los sectores público, privado, la academia y los trabajadores. Juntos analizarían los riesgos y elaborarían un programa integral ante la situación social y económica.
2. Impulsar un acuerdo para la preservación del empleo y el fortalecimiento del mercado interno.
3. Construir un Programa de Reactivación Económica con cuatro directrices: pago oportuno a proveedores en los tres órdenes de gobierno, un programa emergente de infraestructura básica, programa especial de financiamiento de la banca de desarrollo a sectores estratégicos y pymes, así como crédito accesible de la banca comercial.
4. Establecer un calendario de retorno a la normalización de la actividad productiva.
5. Alinear los sectores esenciales de México a los de sus principales socios comerciales, para evitar la pérdida de mercados.