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Ahora la marca de la estrella se enfrenta a un nuevo desafío que deberá encarar en la siguiente década: encontrar nuevos diferenciadores tecnológicos, más allá de la potencia y el rendimiento de los motores, que le permitan mantenerse como un jugador relevante dentro del segmento premium. Aproximadamente el 90% de toda la innovación futura en el automóvil se llevará a cabo en el área eléctrica-electrónica, ya que la cantidad de líneas de código en los vehículos podría aumentar a 300 millones desde los 50 millones a 100 millones que tienen hoy.
Jaime Cohen, director general de Mercedes-Benz en México, habla de los retos que enfrenta la marca en la siguiente década para lograr un crecimiento más rentable y sostenible hacia el futuro.
E: La industria automotriz atraviesa por una revolución tecnológica. Los autos dejarán de tener motores y volantes. ¿Cuál es la visión de la marca respecto a este cambio tecnológico marcado por la electrificación y la conducción autónoma?
Jaime Cohen: Hemos ido avanzando poco a poco en la conducción autónoma. Hay distintos niveles o fases y todos los fabricantes queremos llegar al máximo, pero la pregunta es si los clientes quieren llegar a este nivel. Aunque nosotros podríamos poner mañana autos sin volante y que se conducen por sí mismos en los pisos de venta, el tema es que hay que ir al ritmo de los clientes. La visión de la empresa es desarrollar la autonomía máxima, pero poco a poco. También hay que tener cuidado con la infraestructura, no es solo que el auto esté listo, sino que las líneas del camino deben de estar bien pintadas, igual que las líneas de los cruces peatonales. Toda la simbología y la infraestructura de señalización debe de estar al día. Pero yo sigo convencido de que, aunque la marca tenga disponible la tecnología, los clientes no van a querer soltar el volante. Al menos, no pronto.
E: En el último siglo, las capacidades mecánicas de los vehículos, como la potencia del motor, han sido importantes diferenciadores en el mercado. Pero ahora surgen nuevos diferenciadores, como el tamaño de la pantalla de infoentretenimiento o las interfaces de voz. ¿Mercedes ve en las capacidades tecnológicas los nuevos diferenciadores?
JC: Creo que el diferenciador a futuro va a ser el detalle en el desarrollo de de la tecnología. Un buen ejemplo es la pantalla. Nosotros no hemos puesto solo una pantalla grande y ya. Claro que sabemos hacer pantallas grandes, el nuevo EQS tiene una de 52 pulgadas que abarca todo el frente del vehículo, pero eso no es un diferenciador, creo que el diferenciador está en la funcionalidad que tiene, cómo convive esa pantalla con el resto del automóvil. Y eso se extrapola a todos los sistemas del vehículo.
E: Algunas marcas de tecnología, como Tesla, han definido a los vehículos como “computadoras sobre ruedas” y por eso los han diseñado como tal, como dispositivos que reciben actualizaciones remotas para mantenerlos al día. ¿Los autos han dejado de ser un producto metalmecánico para convertirse en un gadget?
JC: Todo es un balance entre la tecnología y la funcionalidad. No basta con ponerle pantallas y botoncitos a los autos. Lograr que funcionen, manteniendo los valores de estética y calidad, es difícil. Evidentemente toma más tiempo, pero sí es posible. Hoy, la capacidad de computación de un auto es incluso mayor a la que tienes en una casa. Nuestros autos no van a ser solo ‘computadoras con ruedas’, sino ‘Mercedes con capacidades’, ya sea de computación, de conectividad o eléctricas.