Del Valle, Magnani y Cabal: ¿cómo los salvadores de Interjet pasaron a prófugos?
Los tres empresarios aseguraban querer reestructurar la aerolínea, pero ahora están buscados por las autoridades, dejando el rescate de la empresa en vilo.
Interjet anunciaba lo inimaginable en julio de 2020: una inyección de 150 millones de dólares para recapitalizar a la compañía. La inversión, encabezada por los empresarios Alejandro del Valle y Carlos Cabal Peniche, traería de vuelta a los aviones A320 y A321 y ayudaría a operar incluso rutas internacionales, que para ese momento la aerolínea tenía tres meses sin volar.
Más de un año después, la historia es radicalmente distinta. Del Valle fue arrestado por agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y Cabal Peniche se encuentra prófugo, en ambos casos por un fraude relacionado con otro de sus negocios: la compra de Radiopolis, para la cual solicitaron un préstamo con Crédito Real, presuntamente obtenido con información falsa. Además, Miguel Alemán Magnani, uno de los fundadores de Interjet, tiene una orden de aprehensión en su contra.
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La entrada de Del Valle y Cabal Peniche tomó por sorpresa a gran parte de la industria. Del Valle ha tenido negocios en el área de call centers y en el mercado de exportaciones a través de su empresa HBC International, a través de la cual compró más de 90% de las acciones de Interjet en junio de 2020, una transacción por la cual la Cofece multó a Del Valle por casi 1 millón de pesos, debido a que no fue notificada.
Mientras, Cabal Peniche es un empresario ampliamente conocido por su operación del Banco Unión-Cremi, que fue intervenido por el Fobaproa en los noventa. Es decir, ninguno había tenido experiencia previa en el negocio aéreo.
“La visión del mercado fue que era una buena noticia que ellos entraran como potenciales directivos porque iban a traer un posible arreglo con la administración, porque el presidente no quería ver a una aerolínea caerse como le tocó a Calderón con Mexicana”, asevera Gerardo Herrera, académico de la Universidad Iberoamericana, haciendo referencia a negocios que ambos buscaban detonar en esta administración, como la instalación de los cajeros del Banco del Bienestar.
“Pero esta aparente cercanía resultó, o fictia, o, como dicen otras versiones, que el gobierno les dio otros consejos, como pagar una parte, reestructurar y convertir a la compañía en una cooperativa”, agregó.
A meses de que se anunciara el proyecto de rescate de Interjet, comenzaron los problemas. En noviembre, Cabal Peniche retiraba su participación de HBC, sin dar mayores explicaciones.
“Grupo Cabal (…) decide retirar su participación en la empresa HBC, inversionista de Interjet, confiando en que el sr. Alejandro Del Valle, quien continúa como inversionista, cuente con las facultades y el apoyo de la familia Alemán para salvaguardar los intereses de la empresa, sus empleados, y los acreedores, con quien ha negociado acuerdos en fechas recientes”, dijo el empresario en un comunicado de prensa.
El rompimiento de Cabal Peniche con Del Valle se dio en un momento crítico para la aerolínea. En noviembre de 2020, Interjet operaba apenas seis de los 68 aviones que tenía antes de la pandemia, y atravesaba una serie de protestas de sus trabajadores por la falta de pagos que para entonces hilaba más de dos meses. Desde aquel momento comenzaban las amenazas de huelga, que eventualmente se concretarían para enero de 2021.
Mientras el proyecto de reestructura de Interjet comenzaba a desmoronarse, el papel de los fundadores permanecía cada vez más en la incógnita.
El relego de los Alemán
Desde la entrada de Del Valle y Cabal Peniche, el rol de la familia Alemán, fundadora de Interjet, fue desvaneciéndose.
En un inicio, Miguel Alemán Velasco permaneció como presidente fundador, y su hijo, Alemán Magnani, como presidente del consejo de administración de la aerolínea. Sin embargo, para diciembre de 2020, unos días antes de que la aerolínea suspendiera todas sus operaciones indefinidamente, Del Valle pasó a fungir como presidente del consejo de administración.
“El licenciado Miguel Alemán Velasco y el señor Miguel Alemán Magnani tendrán, a partir de esta fecha, cargos honoríficos como fundadores de Interjet”, decía la aerolínea en un comunicado del 2 de diciembre de 2020.
Particularmente, el relego de Alemán Magnani resulta significativo si se considera su trayectoria empresarial y en Interjet. Tras varios cargos directivos en Televisa, creó Grupo Galem, un holding que englobó a más de 20 empresas entre negocios inmobiliarios, de energía, comunicaciones y de entretenimiento, y desde 2005 fungió como fundador y presidente ejecutivo de Interjet, cargo que había asumido hasta la compra de acciones de Del Valle.
La relación de Magnani con Del Valle y Cabal Peniche no se limitó al negocio de Interjet. En julio de 2020, Corporativo Coral –de la familia Alemán– compró a Televisa su participación de 50% en la radiodifusora Radiópolis por 1,248 millones de pesos, una transacción que se concretó gracias a una inversión de Del Valle y Cabal Peniche, obtenida a través del crédito que ahora los tiene en la mira de las autoridades.
La compra de Radiopolis derivó en un pleito con la empresa española Grupo Prisa, propietaria del otro 50% de la empresa, y que acusa a la compañía de la familia Alemán de romper los estatutos y acuerdos sobre cómo llevar a cabo la conducción de la empresa.
En concreto, Grupo Pisa denunció irregularidades en la formación del consejo directivo y de administración de Radiópolis, luego de que se designara a Alemán Magnani como presidente del consejo de administración de la empresa en una asamblea extraordinaria de accionistas celebrada el 21 de agosto de 2020, de la cual Grupo Prisa no tuvo conocimiento.
Para Herrera, la falta de una misma visión de parte de Del Valle y de Alemán Magnani fue parte del problema de la reesctructura de Interjet.
“Tienen que trabajar en concordancia, en la misma dirección. Aquí parecía que, si bien no iban en direcciones contrarias, sí iba cada uno por su lado. Claramente faltó gobierno corporativo, y si esto se quiebra, nadie va a entrar a una compañía”, dijo el especialista.
Alemán Magnani, quien también fuera uno de los empresarios más cercanos al presidente Andrés Manuel López Obrador al formar parte de su Consejo Asesor Empresarial, es perseguido por las autoridades desde el pasado julio, tras ser acusado de defraudación fiscal por 65 millones de pesos.
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Lo último de Interjet y su reestructura
Tras la salida de Cabal Peniche y el estallido de huelga dentro de Interjet, el plan de Del Valle se basaba en una reestructura a través de un concurso mercantil, y eventualmente bajo el Capítulo 11 en Estados Unidos, para liquidar adeudos por más de 1,000 millones de dólares.
En marzo de 2021, el directivo incluso dijo a medios que había varios fondos de inversión interesados en capitalizar a la aerolínea para que volviera a operar para julio. Sin embargo, estas inversiones tampoco llegaron y la aerolínea no ha regresado a los aires.
“Diría que este tipo de anuncios eran una especie de anzuelo para tratar de convencer a posibles inversionistas a participar en esta empresa emproblemada”, considera Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo. “Pero, como se dice en el mundo de los negocios, al dinero no se le puede engañar”.
Para abril, la aerolínea inició un proceso para entrar a concurso mercantil que fue promovido desde su sindicato, y que actualmente continúa, sin que haya iniciado a la fecha.
Lo último que se supo de Interjet y su regreso vino a través de Argoss Partners, firma contratada por la aerolínea para elaborar un esquema de reestructura, que en julio dijo a Bloomberg que había una estrategia para relanzar a la aerolínea en 2022 mediante un plan que contemplaba quitas de más de 90% de sus adeudos, y compromisos iniciales de inversión por 250 millones de dólares.
Sin embargo, con la detención de Del Valle, la órden de aprehensión en contra de Alemán Magnani, y la salida de Cabal Peniche –también prófugo–, la reestructura de Interjet se dificulta, por decir lo menos.
“Podría complicarse el escenario desde el punto de vista de inversionistas, acreedores, e instituciones crediticias con quienes estuvieran viendo una posibilidad de préstamo”, advierte Gómez Suárez. “Un posible rescate o asociación se dificultan. Nadie quiere hacer negocios con una persona en una situación tan incierta”.
Para Herrera, la detención del presidente del consejo de administración y la huída del fundador dejan a una compañía sumamente lastimada en términos de gobierno corporativo, que es uno de los rubros con más cláusulas a la hora de una inyección de capital o una reestructura, por lo que las opciones para Interjet se reducen.
“Creo que la opción más viable es que uno de estos fondos buitre, que compran compañías ya muribundas, la adquiera, y que hagan lo que hacen: la terminan despedazando, vendiendo todo, o bien, revivirla, ponerle una nueva gerencia, y venderla. Pero en ninguna de estas circunstancias veo cómo el Interjet que conocemos sobreviva”.