El rumbo del CCE
Si Cervantes llega a la presidencia del consejo no se espera la confrontación ni el contrapeso político. Con base en su personalidad y desempeño gremial, la expectativa es que en el momento en que deba decidir cuál es la postura que va a tomar, si la de los empresarios o la del gobierno, buscaría la manera de que la narrativa empresarial apoye lo que el presidente determine. “No veo bajo ninguna circunstancia una narrativa ácida o crítica”, afirma la fuente.
Para muchos empresarios, agrega, no hay reglas claras, así que lo más conveniente es esperar a que soplen mejores vientos para retomar un equilibrio y tratar de incidir en políticas públicas. Para otros, la reforma eléctrica, la autonomía del INE y la iniciativa de la guardia nacional determinarán el ánimo de la iniciativa privada durante los últimos tres años de la administración gubernamental, así como el estado de derecho, la certeza jurídica y la seguridad para invertir en el país.
José Medina Mora, presidente de la Coparmex, está convencido de que los contrapesos son importantes para el bienestar de un país y cuando la orientación es el bien común se puede lograr la unidad. No se busca el beneficio de una persona, o de una empresa, o de un sector, o de un organismo empresarial, dice.
A su parecer, los líderes que hoy necesitan los organismos empresariales como el CCE son aquellos que ven por el bien común y que estén dispuestos a trabajar de manera voluntaria, pues los dirigentes de estos órganos de representación no reciben un pago por su labor, pero sí implica tiempo y dedicación.
En cuanto a las inversiones, Medida Mora señala que las decisiones de inversión de las empresas no se toman de un año para el siguiente o de dos a tres años, sino que la iniciativa privada tiene un panorama mucho más amplio. “Proyectamos la inversión para los próximos diez o quince años. Desde luego hay sectores más favorables que otros”, añade.
Hace poco, el presidente de la patronal se reunió con algunos empresarios alemanes y la pregunta sobre la mesa fue saber si retirarían su inversión en el país en los próximos años. La respuesta fue que piensan apostar más en México porque es el mejor mercado para invertir en América Latina. “Tenemos esa ventaja relativa”, puntualiza.
“Antes creíamos que con que hubiera crecimiento económico se resolvía todo porque eso traía inversión, empleo y distribución de riqueza. Pero necesitamos un nuevo modelo en el país. No es que queramos regresar al pasado, ni tampoco continuar con el modelo actual porque requiere cambios. Lo que buscamos (desde la iniciativa privada) es construir una economía de mercado con desarrollo inclusivo y sustentable”, explica.
Actualmente, el CCE agrupa a 14 organizaciones de la cúpula empresarial, que en conjunto reúnen a más de 2,000 asociaciones. Además, el sector privado representa alrededor del 80% del Producto Interno Bruto nacional.
La decisión de quién dirigirá al consejo recae en AMIS (aseguradoras), ABM (bancos), Concamin, Concanaco, Coparmex, CNA (agroindustria) y el Consejo Mexicano de Negocios. “Vemos grandes oportunidades en el país y estaremos trabajando en unidad con aquel que resulte ganador el 2 de marzo”, concluye el líder de la patronal.