La situación no cambió en 2022. Durante enero y febrero de este año, el despliegue de infraestructura ha estado prácticamente frenado, debido a la suspensión de los servicios por parte de las compañías de torres, empresas de transporte de datos. Recientemente, también los socios tecnológicos, como Huawei, frenaron sus servicios debido a “la falta de pago de compromisos posteriores a la declaración de concurso mercantil”.
Altán Redes tenía la meta de alcanzar una cobertura de 92.2% en 2024, pero tras el estancamiento en el despliegue de infraestructura, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó una prórroga para el cumplimiento en su meta de cobertura hasta el 24 de enero de 2028.
Además, durante los primeros cinco meses de este año, la empresa logró abonar un millón de usuarios, con lo que suma seis millones. Pero, pese al avance, aún está lejos de la meta de 19 millones de usuarios que se había planteado al cierre del año pasado.
La compañía estima reanudar el despliegue de infraestructura cuando haya concluido la reestructuración financiera, que podría ocurrir este mismo año. “Se concluirá la instalación de un número considerable de sitios (…) En adición, se instalarán sitios para mejorar la calidad de la señal de zonas urbanas y se amentará la capacidad de la red”, apunta la compañía en el documento del cual Expansión tiene copia.
El avance de la presencia en el país de la Red Compartida es importante para que los sitios de menos de 5,000 habitantes tengan la posibilidad de contar con servicios de conectividad. Para el gobierno federal, el que Altán pueda seguir con el despliegue de infraestructura es relevante para lograr su objetivo de cerrar la brecha digital, por ello decidió inyectar 161 millones de dólares para que la compañía pueda seguir operando.
“Nosotros tenemos el compromiso de que haya internet en todos los pueblos y se nos ha dificultado porque no hay la infraestructura suficiente, y si quebraba esta empresa (Altán) nos afectaba mucho”, aseguró ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su conferencia matutina.
Falta de cobertura afectan negocio
Los problemas financieros por los que atraviesa Altán Redes también pasaron factura a los Operadores Móviles Virtuales (OMV), los cuales son casi la espina dorsal de su operación y de sus ingresos.
De acuerdo con el documento, el lanzamiento de un nuevo Operador Móvil Virtual (OMV) dentro de la Red Compartida tuvo que ser aplazado “debido a la incertidumbre sobre el concurso mercantil y la cautela de los dueños del operador y sus inversionistas para dedicar recursos a Altán”.
“La firma de nuevos OMV, que se traduce en ingresos por servicios de integración de red, se ha visto ralentizado por la cautela de los prospectos y sus inversionistas para dedicar recursos a Altán”, asevera la compañía.
Además, Altán reveló que unos de los principales operadores de telecomunicaciones, ha buscado a varios de sus clientes OMV para que migren su tráfico a su red. Hasta el momento sólo uno de sus clientes aceptó la propuesta.
En marzo, Megacable cerró un acuerdo con AT&T para utilizar su red para aumentar su cobertura a nivel nacional, así como aprovechar el despliegue 5G que desarrolla la compañía presidida por Mónica Aspe. Expansión buscó a las empresas, pero no estuvieron disponibles para hacer comentarios sobre el tema.
La empresa ha dicho que el impacto del aplazamiento del despliegue tiene repercusiones comerciales para sus clientes. En el primer trimestre de este año, Sky, empresa de televisión satelital subsidiaria de Grupo Televisa, reconoció que ha tenido una desaceleración en sus adiciones en banda ancha debido al retraso de cobertura de Altán Redes, impidiéndole ofertar su servicio en otras partes del país, además aumentó sus precios debido a que la empresa de la Red Compartida incrementó los costos por utilizar su red.
“En la medida en la que (Altán) pueda atraer a más clientes probablemente tenga mayor viabilidad, pero por ahora hay mucha incertidumbre y eso generalmente no gusta a los clientes”, apunta Michel Hernández Tafoya, presidente de Observatel.
“El hecho de no saber muy bien cómo está el tema de las inyecciones de capital, los financiamientos, las condiciones, el no saber realmente el papel que va a tener el gobierno en la empresa, toda esa incertidumbre no ayuda, por el contrario, afecta pero vamos a ver si el tema de que ya hay más capital los tranquiliza un poco”, concluyó presidente de Observatel.