A decir de ASPA, Aeromar tiene una deuda total de alrededor de 6,500 millones de pesos, entre compromisos laborales y con proveedores, entre los cuales se encuentran órganos del Estado como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el mayor proveedor de turbosina del país, al que debe 70.5 millones de pesos, según sus estados financieros del primer trimestre de año.
¿Cuál es el plan para salvar a Aeromar?
A la fecha, del plan para rescatar a la aerolínea regional poco se sabe. Desde 2016 se habló de una inyección de la compañía colombiana Avianca por 100 millones de dólares, que no se concretó por varias razones, entre éstas que ambas aerolíneas parecían ir por rumbos distintos.
“A mí nunca me pareció una buena idea hacer algo con Aeromar, y no vamos a hacer absolutamente ningún tipo de inversión”, dijo en 2019 Anko van der Werff, entonces CEO de Avianca. "No somos sus dueños ni nunca lo seremos, pero funciona de maravilla, hay relaciones comerciales o estratégicas que funcionan y no necesito ser el dueño”.
Pese a que el plan de capitalizar a la aerolínea se cayó, para los directivos el monto de inversión se mantuvo. Danilo Correa, director general de Aeromar, aseguró el año pasado que se estaba negociando con dos grupos empresariales una inversión de 50 a 100 millones de dólares, con la cual se buscaría triplicar la flota aérea en un plazo de cinco años.
“Es un proceso que de alguna forma no se había decidido así de firme en la empresa, pero desde mitad de año para acá ya se le dio toda la solvencia a la banca de inversión, que está acompañando el proceso, para hacer la búsqueda de inversionistas”, dijo el directivo a medios en octubre de 2021. “Ha cambiado mucho porque ya vimos que hay una oportunidad enorme de crecimiento, y que no nos podemos quedar atrás en la inversión”.
Sin embargo, pareciera que el inversionista finalmente podría ser la banca de desarrollo, con la que se negocia un crédito de 75 millones de dólares, y que podría cambiar de manera radical la estructura accionaria de la aerolínea.
Al respecto, Humberto Gual, secretario general de ASPA de México, afirma que la conversión del pasivo laboral en participación accionaria se ha puesto sobre las mesas de negociaciones, con lo cual los pilotos podrían ser accionistas de la aerolínea, algo que también podría plantearse con el financiamiento de la banca de desarrollo, un proceso similar al que ya marcha con Altán Redes.
“Tenemos un plan que ya se presentó. El mismo señor presidente Andrés Manuel López Obrador en una plática que tuve con él me dijo que con él contábamos tanto los trabajadores mexicanos como los pilotos, nos dijo que él apoyaba desde la parte gubernamental para que esta aerolínea siguiera a flote”, dice el representante sindical a Expansión.
La participación accionaria como garantía de un financiamiento parece viable, sobre todo ante una potencial falta de activos.
“Es factible, pero normalmente Banobras o la banca de desarrollo no interviene como parte integrante de la composición accionaria, sino que más bien tiene garantías con las que se quedan”, explica Fernando Gómez Suárez, especialista del sector aéreo. “Las garantías pueden ser las aeronaves mismas, pero si no son de ellos, sino de arrendamiento, no tendrían los activos para cubrir esas garantías. Entonces lo que queda es la composición accionaria, donde también el gobierno asume un riesgo”.
No obstante esto, el apoyo gubernamental ya parece estar fluyendo, al menos de manera indirecta. Aunque desde 2019 la Dirección General de Aeronáutica Civil (hoy la Agencia Federal de Aviación Civil, AFAC) informó de una auditoría a Aeromar, poco se supo de ella, pero algo parece probable: ante los adeudos que Aeromar tiene con ASA o con el AICM –de donde se acordó sacar a las aerolíneas que tuvieran pasivos, según acordaron el gobierno federal y la industria aérea–, la compañía ya no debería estar volando.
“¿Qué es lo que le correspondería al Estado como rector de la aviación? No permitir que esto siguiera, y hubiesen tenido que parar la aerolínea. Gracias a la intervención de ASPA de México con los diversos actores políticos nacionales, la aerolínea continúa su operación, nosotros hemos encontrado sensibilidad por parte de la actual administración para que la aerolínea continúe funcionando”.