El procurador aseguró que en la Unión Europea y en Estados Unidos se determinó que esa práctica era ilegal; recordó que en el viejo continente hubo líneas aéreas que tuvieron que devolver dos o tres años del cobro de ese seguro a sus clientes, mientras que en nuestro vecino del norte se enmendó el problema de inmediato, por lo que no hubo requerimiento para indemnizar a los consumidores.
Refirió que muchos pasajeros no necesitan el seguro o no lo quieren, y terminan comprándolo por el engaño cibernético del que son objeto.
En vuelos nacionales el cargo por seguro de viaje es de 359.00 pesos, y en vuelos internacionales de 416.00.
Ricardo Sheffield explicó que Aeroméxico cobra el seguro a través de un proceso opt-out, en que el extra aparece cargado sin el consentimiento del consumidor, constituyéndose en una práctica abusiva. Señaló que es distinto cuando se da al comprador la opción de elegir o no un extra, a través de un proceso de opt-in que consiste en solicitar el consentimiento previo y voluntario, concedido de forma expresa marcando una casilla.
“Aeroméxico, sí o sí, tiene que quitar el opt-out, como lo quitaron todas las líneas aéreas en el mundo”, afirmó el procurador, al considerar que pareciera ser que la determinación de esta aerolínea es de que, mientras no haya una orden judicial, “sigamos abusando lo más que podamos”.
“Ellos (la aerolínea) saben que todo lo que obtengan, a partir de ahora tendrán que acabar devolviéndolo”, estableció.