Precio y oferta
Las unidades eléctricas aún no se fabrican masivamente en México. Mientras que de enero a septiembre se produjeron 146,200 unidades de vehículos pesados a diésel y 525 de gas particular, solamente se ensamblaron 28 eléctricos, de acuerdo con datos de la Asociación de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).
Además, una unidad eléctrica cuesta dos veces más en comparación con otra que utiliza combustibles fósiles, lo cual dificulta la renovación de las unidades en un país en el que ya hay rezago en la renovación de la flota. Según la Anpact, la edad promedio de la flota de vehículos pesados en México es de 19 años.
“Vamos para dos años y medio de pandemia, apenas estamos en proceso de recuperación, eso implica que la recuperación financiera tardará tres o cuatro años para poder, más o menos, transitar hacia una nueva matriz energética que pueda ser de gas, a diésel de ultra bajo azufre, y luego hacia esquemas libres de emisiones", dijo Rosales en entrevista con Expansión.
Los propietarios de vehículos pesados han buscado, desde hace un par de años atrás, combustibles alternativos para reducir sus emisiones de carbono, por lo que la adopción de esquemas de movilidad más amigables con el medio ambiente parece ser más una pendiente hacia arriba con una serie de escalones.
"Es muy arriesgado decir que la electromovilidad está a la vuelta de la esquina; tiene que haber un proceso lento de recuperación económica, pero también de esquemas financieros y fiscales que permitan que esas unidades sean accesibles”, añadió Rosales.
Los primeros pasos en la materia ya se han dando. En Guadalajara, Jalisco, el pasado 1 de julio cumplió su primer aniversario el programa Mi Transporte Eléctrico, que inició con 38 unidades eléctricas que hasta el pasado mes de abril transportaron 1,736,428 pasajeros, según información del gobierno estatal.