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Los boletos para Bad Bunny se venden en más de 500,000 pesos y no es ilegal

La reventa de boletos no es un delito y Ticketmaster no puede combatir la práctica según las reglas de competencia económica.
vie 09 diciembre 2022 05:00 AM

Los próximos conciertos de Bad Bunny en la Ciudad de México han generado mucha expectativa entre sus fans mexicanos. En redes sociales no paran las publicaciones de fanáticos del puertorriqueño que buscan comprar una entrada en reventa, pese al riesgo de que el ticket no sea auténtico.

La reventa ahora ha quedado como el único camino para acudir a este concierto, después de que los boletos para las dos fechas que tendrá el artista más escuchado de Spotify, el 9 y 10 de diciembre, se terminaran en minutos durante la preventa para los tarjetahabientes Citibanamex, institución financiera con la que Ticketmaster tiene una alianza comercial.

El rango de precios de la boletera, propiedad de Live Nation y Grupo CIE, oscilaba entre los 600 y los 8,450 pesos, pero un día antes de que el reguetonero arrancara su primer fecha en el Estado Azteca, había quienes ofertaban los tickets en más de 30,000 dólares (unos 600,000 pesos) en StubHub, una plataforma que conecta a vendedores con compradores.

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En redes sociales, los precios para el concierto varían, y aunque pareciera que este es un acto ilícito, en la práctica la reventa solo es una falta administrativa, que se castiga con arresto de entre 25 a 36 horas y una multa equivalente a 30 días de salario mínimo, de acuerdo con lo que se establece en el artículo 25 fracción 11 de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México.

Preventas, ¿fuera de control?

Aunque el enojo en cada preventa para los eventos que están en la cancha de Ticketmaster ya es una constante, la dinámica de compraventa de boletos por parte de la empresa ha caído en una zona gris, ya que aunque da pie a malas prácticas como la reventa, no es ilegal.

“Esto se tendría que regular porque, en algunos eventos, el total de los boletos se vende en las preventas exclusivas. Debería existir una regulación que determine el porcentaje del boletaje de la venta total de un espectáculo para dedicarse a las instituciones financieras con las que se tiene el convenio”, declara Luis Fernando Flores Chávez, director de la carrera de Derecho, en el Tec de Monterrey, campus Toluca.

Aunque la empresa tiene una amplia oferta de eventos, los expertos señalan que no hay una práctica monopólica porque sí existen otros jugadores en el sector. No obstante, Ticketmaster tiene un tamaño tan grande que a la hora de competir termina siendo más competitiva que otras plataforma.

“Habría que establecer una mayor supervisión en este tipo de empresas. Ahora, con la reapertura económica (después del confinamiento sanitario), la gente quiere salir a los espectáculos y la demanda es altísima”, declara Ángel Méndez, especialista de la Escuela Bancaria Comercial.

Pero esto también ha generado distorsiones y malas prácticas. "No se tiene el control sobre la actividad de estas empresas y por eso se generan los problemas que se van presentando, como lo que pasa con los boletos duplicados", añade Méndez.

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¿La culpa es de Ticketmaster?

Los boletos agotados en minutos se han vuelto la generalidad para los eventos masivos de Ticketmaster, lo que genera el acaparamiento y reventa a precios más elevados. Pero, la empresa no puede ni topar precios ni fijar cuotas de boletos, porque de establecer medidas para frenar esta actividad, estaría fallando a una práctica relativa de la Ley de Competencia Económica.

Esta normativa prohíbe que empresas establezcan condiciones para la venta a terceros, quienes ya adquirieron el producto o servicio, lo que significa que Ticketmaster no puede emprender acciones para evitar que quien ya le pagó sus boletos, pueda venderlos de nuevo bajo las condiciones que mejor le convengan.

La situación ha generado tanta controversia, que en el Congreso de la Ciudad de México se impulsa una iniciativa que busca regular la reventa a través de plataformas digitales. Esta iniciativa propone que los boletos no superen 10% de sobrecosto del boleto y comisiones respecto al precio de los los sitios web oficiales o taquillas.

El problema es que la preventa y el "préstamo" de las tarjetas para comprar con anticipación los boletos desató la clonación de las entradas, ilícito que va tomando fuerza y que ya dejó fuera de los recintos a fans de Dua Lipa, Harry Styles y Daddy Yankee.

A diferencia de la reventa, la clonación de boletos sí puede ser denunciada de forma penal desde dos vías: la falsificación de la documentación privada y el fraude, explica el académico del Tec de Monterrey. Aunque puede ser complejo determinar quién es el culpable, porque las autoridades no siempre cuentan con los recursos requeridos para sostener estas investigaciones.”Que llegue esto a un buen puerto lo veo complicado porque estamos saturadísimos”.

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