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Cómo los pescadores de Guerrero recuperaron su mercado de tilapia

El inicio de operaciones de una mina de oro cerca del Río Balsas provocó rumores sobre la contaminación del pescado.
sáb 08 abril 2023 07:00 AM
Pesca de tilapia en el Rio Balsas en Guerrero
Alrededor de 450 personas se dedican a las actividades pesqueras en el Río Balsas.

En el mes de abril del año 2016, la empresa Minera Media Luna, que forma parte de la corporación canadiense Torex Gold, comenzó a extraer oro en su complejo conocido como El Limón Guajes, en Guerrero. Este complejo se encuentra a tan solo siete kilómetros del Río Balsas, lo que causó problemas para los pescadores de tilapia unos meses después.

Elida González, originaria de Guerrero y miembro de una familia de pescadores, recuerda la difícil situación que enfrentaron: "Hubo un problema en el que se decía que había residuos de la mina en la presa y que el pescado no era apto para el consumo humano. Nos cerraron las puertas de los lugares donde vendíamos nuestro producto y nos dijeron que era un producto contaminado".

En aquel momento, la producción de tilapia tenía un enfoque principalmente local. Solo el 20% se destinaba al estado de Morelos y el precio no era atractivo, oscilando entre 3 y 5 pesos por kilo, lo que no incentivaba la actividad pesquera.

La llegada de Media Luna empeoró aún más la situación de la pesca en el Río Balsas. Los pescadores experimentaron una sobreproducción de tilapia que duró cerca de 11 meses, ya que no encontraban compradores debido al rumor de que la tilapia del lugar estaba contaminada con residuos del complejo minero.

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Genaro Martínez, quien representa a las comunidades cercanas al complejo, recuerda que fue una situación difícil, especialmente en términos económicos. "Seguimos comiendo la tilapia porque sabíamos que no estaba contaminada, pero necesitábamos un estudio que lo demostrara", agrega.

Tilapia del Rio Balsas en Guerrero
Tilapia del Rio Balsas en Guerrero

La situación de la pesca en el Río Balsas necesitaba un cambio urgente, ya que los rumores sobre el estado del pescado se extendieron rápidamente. Los habitantes necesitaban un estudio o documento que confirmara que el pescado era seguro para el consumo humano.

Emmanuel Verboonen, médico veterinario zootecnista y consultor de pesca y acuacultura en Minera Media Luna, explica que, en conjunto con los productores, decidieron realizar estos estudios. Sin embargo, se necesitaba un tercero neutral, y entonces se estableció una colaboración con la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).

Desde finales de 2017, la universidad, en colaboración con la mina y los pescadores, realiza un monitoreo del agua y los peces para medir los niveles de metales y garantizar que sean seguros para el consumo humano.

Antonio Cervantes, coordinador del Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica de la UAGro y responsable de los estudios de la tilapia en el Río Balsas, explica que el monitoreo se realiza una vez por estación, ya que los componentes del agua y los peces varían según la temporada. Se miden los niveles de arsénico, cadmio, mercurio y plomo. Una vez que se toman las muestras, se envían a la universidad y luego a Canadá para su análisis.

El límite máximo establecido por la regulación mexicana para el arsénico es de 1,000 microgramos por kilogramo, y, según Verboonen, la tilapia del Rio Balsas no supera el 0.5% de este límite. El muestreo y los estudios son expuestos a los productores una vez al año.

"Eso nos da tranquilidad como institución e investigadores, sobre todo en lo concerniente a la salud de los pobladores”, asevera Cervantes en entrevista con Expansión.

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Desde que se implementaron estas medidas a la fecha, la situación es diferente. Los pescadores ahora pueden confiar en que la producción de tilapia es segura para su consumo. Además, el gobierno de México ha destacado que la tilapia es una de las especies acuícolas más dinámicas en términos de producción, mostrando un crecimiento promedio del 16.1% al año durante los últimos seis años. En México, el consumo per cápita de tilapia es de dos kilogramos al año.

La minería sigue siendo la actividad que más recursos deja en la zona, pero la pesca ha mejorado significativamente gracias a estas medidas.

Media Luna ha puesto en marcha una serie de estrategias para incentivar la actividad pesquera en la zona, incluyendo la entrega de alimento para los peces y la utilización de geomembranas para incentivar la reproducción de la tilapia. Como resultado, más de 450 pescadores venden la tilapia del Rio Balsas a unos 40 pesos el kilo, y cerca del 90% de la producción se destina a otros estados.

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