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Famsa: una historia de agonía financiera que se extendió por tres años

La empresa, que a finales de marzo cerró su última tienda en México, aún enfrenta el pago de una deuda millonaria con al menos 200 acreedores, entre los cuales están Bancomext, Mabe y Whirlpool.
mié 12 abril 2023 05:00 AM
La cadena de retail se declaró incapaz de financiar sus operaciones. (Femsa Fotoarte: Nayeli Araujo / iStock)
En enero de 2023, la cadena de retail se declaró incapaz de financiar sus operaciones.

Grupo Famsa, la empresa regia fundada por Humberto Garza González en 1970, enfrenta una situación crítica. A pesar de sus esfuerzos, no ha logrado recuperarse del duro golpe que significó el cese de operaciones de su brazo financiero a mediados de 2020, ni de la crisis económica que desató la covid-19. A finales de marzo cerró su última tienda en México y aún enfrenta una deuda millonaria con sus acreedores.

La empresa mexicana dedicada a la venta de muebles y electrodomésticos comenzó a enfrentar problemas de incumplimiento en el pago de sus bonos a inicios de junio de 2020, y un par de semanas después, presentó una solicitud voluntaria para acogerse al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos con el fin de reestructurar sus deudas.

En su solicitud, de la cual Expansión tiene copia, Grupo Famsa detalló que tenía entre 200 y 999 acreedores, y que su deuda oscilaba entre los 1,000 y los 10,000 millones de dólares. Entre los acreedores se encuentran varias empresas proveedoras de electrodomésticos, incluyendo a Mabe y Whirlpool.

Pero una semana después de que la empresa envió su solicitud voluntaria para acogerse al Capítulo 11, las autoridades revocaron la licencia de operaciones a Banco Ahorro Famsa, lo que modificó el entorno bajo el cual se ampararon los términos y condiciones de la votación de propuesta del plan de refinanciamiento de los bonos 2020.

A mediados de julio de 2020, Grupo Famsa solicitó su retiro voluntario del Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos, desdibujando la posibilidad de reestructura financiera de la empresa regiomontana.

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¿Qué le pasó a Famsa?

Las alertas se encendieron desde 2016. La empresa acumulaba una serie de incumplimientos, como un nivel de capitalización por debajo del 10.5% establecido en la regulación, gestiones de riesgos inapropiadas y el otorgamiento de créditos a personas del grupo por encima de los límites regulatorios.

A mediados de 2020, la operación de las tiendas resintió el cese del banco. Al no poder ofrecer créditos a los compradores para adquirir computadoras, pantallas, electrodomésticos y hasta la ropa, las ventas se redujeron. Hacia finales de 2020, las opciones para pagar eran limitadas: el crédito de otras instituciones financieras o de contado, lo que provocó que muchos de los clientes buscaran opciones en otras tiendas con el mismo modelo de negocio, como Coppel o Elektra.

Luis Felipe Treviño, director general senior de Beamonte Investments, considera que, además de la alta dependencia de su brazo financiero, el caso de Famsa es ejemplo de una empresa que no fue capaz de adaptarse a los cambios que se generaron con la pandemia, mientras su situación financiera se agravó por el alto nivel de endeudamiento de la empresa.

El negocio de Famsa también dependía en gran medida de sus niveles de inventario de mercancías, que también se vieron afectados por la falta de liquidez que generó su crisis financiera.

“Hubo una falta de rapidez para renegociar con sus acreedores financieros, así como el hacer corte en sus gastos y una reducción de sus puntos de venta de una manera más agresiva. Además, la empresa no entró a tiempo a los nuevos formatos omnicanales como sus competidores”, declara.

El negocio de Famsa, que tuvo un auge durante el final de los 90, también estaba ligado a sus niveles de inventario de mercancías, que se desplomaron ante la falta de liquidez que generó su crisis financiera. Sin mercancías que vender y sin una oferta crediticia que atrajera a los clientes, la empresa emprendió un cierre acelerado de tiendas.

Para mediados de 2020, el grupo regiomontano operaba una red de 379 tiendas y 300 sucursales bancarias en 26 estados del país, además de 25 tiendas en Estados Unidos. Al cierre de 2022, la empresa tenía únicamente 69 tiendas en México y 41 en Estados Unidos.

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La cartera vencida, el otro problema

Carlos Aréchiga Ramírez, docente de Finanzas y Banca en la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), comenta que el nivel de cartera vencida fue otro de los motivos que generaron la crisis en la institución financiera, que se complicó con el desempleo que generó el covid, lo que causó que un gran número de clientes no pudieran cumplir con los abonos de sus compras.

La cartera vencida de la regiomontana fue adquirida por Crédito Real en 2021 por 1,230 millones de pesos, pero luego de seis meses de prestar servicios financieros a la minorista, Crédito Real quebró, lo que significó otro golpe para la cadena de retail.

“Sin su brazo financiero, le quitaron la oportunidad a su modelo de negocio, aunado a un mal manejo del riesgo que tenía en cuantos sus clientes morosos y la recuperación no se ejerció de forma adecuada para recuperar los bienes”, dice el académico.

A finales de 2022, Famsa registró una disminución del 41.6% en sus ventas netas a 2,110 millones de pesos y un costo de ventas de 1,586 millones de pesos según datos de su último reporte financiero.

Esto agravó los problemas de liquidez de la empresa, que ya había aplazado el pago de algunos compromisos en materia de arrendamientos operativos y pagos de servicios. Para finales de 2022, Grupo Famsa tenía una deuda bruta de 10,656 millones de pesos, 13.1% más respecto a los 9,420 millones de 2021.

En enero de este año, en un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Grupo Famsa dijo estar en "riesgo de no poder mantener su operación por la falta de flujo de efectivo para hacer frente al pago de los gastos operativos", como la renta de los locales comerciales, el pago de licencias de software, así como el pago de la renta de la infraestructura de telecomunicaciones.

El cierre de su última tienda en México

El 31 de marzo, Famsa cerró su última tienda en operaciones en Monterrey, la cual fue también la primera sucursal con la que comenzó la cadena hace más de 50 años. En su página de Facebook, la empresa anunció la liquidación del inventario, con descuentos que iban del 30% hasta el 70%.

Sin tiendas en México y con el e-commerce inactivo, la empresa no ha definido sus próximos pasos, pero ha dejado claro que no puede mantener la operación. Las acciones de la empresa se encuentran en el fondo del mercado accionario. Cerraron a un precio de 0.05 pesos por acción al finalizar la jornada bursátil del 11 de abril.

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