Ricardo Pico, fundador del colectivo Sotoleros, comenta que la industria sotolera produce unos 600,000 litros anuales, cifra similar a la producción de Bacanora, el destilado autóctono de la sierra de Sonora. Sin embargo, esta producción aún es pequeña si se compara con la del mezcal, que en 2022 alcanzó los 14,165,505 litros, según datos proporcionados por el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal (Comercam).
Uno de los principales desafíos para impulsar el crecimiento del sotol, a diferencia de otros destilados como el tequila o el mezcal, radica en que se produce exclusivamente en un estado y en que su denominación de origen se obtuvo en 2002, mientras que otras bebidas, como el tequila, llevaban ya 50 años con dicha denominación.
El mercado de bebidas espirituosas registró un valor de 196,550 millones de dólares en 2022 y se anticipa que sus ingresos totales experimentarán un crecimiento anual compuesto del 33%, alcanzando los 271,940 millones de dólares para el año 2032, según datos proporcionados por Stringent Datalytics. Sin embargo, aún no se disponen de datos precisos sobre la participación de mercado de las categorías de sotol y bacanora en el consumo nacional.
¿Qué es el sotol?
La denominación de origen del sotol tiene una historia de 22 años, sin embargo, su destilado ha sido producido por los tarahumaras durante más de 800 años. Tradicionalmente, esta bebida se ha consumido en ceremonias religiosas o como remedio medicinal.
La denominación de origen establece que el sotol es originario de los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango. A diferencia de otros destilados, el sotol no se elabora a partir del agave, como el tequila, el mezcal y el bacanora, sino que proviene de la planta llamada sotol, alcanzando una graduación alcohólica entre los 38 y 45 grados.
Para su elaboración, se recolectan las plantas, se cocinan junto con las cabezas en un horno de tierra para macerar y fermentar, y finalmente se destila el producto hasta en dos ocasiones. Existen cuatro variedades de sotol: blanco o silver, joven o gold, reposado o aged, y extra añejo o extra-aged.
En 1920, Plutarco Elías Calles, entonces titular de la Secretaría de Guerra en el gobierno interino de Adolfo de la Huerta, promulgó la prohibición de la producción de sotol. Esta medida llevó a que los productores fueran perseguidos por las autoridades, lo que los obligó a migrar y establecer sus vinaterías en diferentes lugares para continuar con su actividad, similar a lo que había ocurrido con el destilado bacanora años antes, cuando Calles era gobernador de Sonora. La prohibición fue levantada en 1938.
"El sotol se encuentra hoy en una situación similar a la que el mezcal experimentaba hace 13 años. Aunque hay pequeños productores elaborando lotes limitados de sotol en áreas remotas, comienza a haber marcas con una producción más amplia y una estrategia de comercialización más definida", detalla Pico.
Debido a su proximidad con la frontera, el sotol ha ganado reconocimiento en Texas, Estados Unidos, donde la bebida solía ingresar de contrabando.