El barril de petróleo de referencia de Estados Unidos cerró por primera vez en terreno negativo, a -37.63 dólares por barril, en un mañana en la que los precios han acumulado caídas históricas. Poco antes, se derrumbó por debajo de 2 dólares por unidad por primera vez en su historia, en un mercado devastado por una demanda en caída libre y reservas estadounidenses casi saturadas.
El precio del petróleo tiene la peor caída de su historia
Los contratos del crudo expiran el martes al cierre, y quienes los tienen deben encontrar compradores interesados en hacerse del crudo rápidamente. Pero como las reservas en Estados Unidos están cerca de su máximo, deben erosionar el precio para encontrar compradores.
La baja es el resultado de un impacto simultáneo en el mercado del agudo desplome de la demanda por la pandemia de coronavirus y un exceso de suministro de crudo a nivel mundial.
El volumen de crudo almacenado en Estados Unidos, sobre todo en el punto de entrega del contrato del WTI en Cushing, Oklahoma, está elevándose mientras las refinerías rebajan su actividad ante la debilidad de la demanda.
"Como la producción sigue relativamente intacta, el almacenaje está subiendo día a día. El mundo está usando cada vez menos petróleo y los productores sienten cómo se traduce esto en los precios", dijo Bjornar Tonhaugen, de Rystad.
Se estima que el crudo almacenado en tanques flotantes está también en un récord de 160 millones de barriles.
Los mayores productores petroleros mundiales acordaron un recorte de bombeo de 9.7 millones de barriles por día (bpd) en un intento por tener bajo control la oferta mundial mientras se hunde la demanda. Sin embargo, estos recortes no se realizarán de manera suficientemente rápida para impedir una sobreabundancia masiva en el próximo par de semanas.
Inversionistas en problemas
Los mercados de futuros del crudo en Estados Unidos se enfrentan a una situación extrema, ya que con la caída del precio del contrato actual para mayo, que expira el martes, se abre la mayor brecha de la historia con el próximo contrato, a casi 11 dólares por barril.
Como resultado, los operadores de futuros, que podrían ser capaces normalmente de cambiarse del contrato que expira al siguiente, están encontrando muy pocos compradores para el de mayo, que concluye ahora, porque muy poca gente quiere cerrar ahora el envío de barriles de crudo, lo que le convierte en algo parecido a un huérfano.
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Cuando un contrato de futuros expira, los operadores deben decidir si aceptan envíos o si pasan sus posiciones al contrato siguiente.
Este proceso suele ser relativamente sencillo, pero el desplome del contrato de mayo refleja preocupaciones sobre un nivel desorbitante de suministro entrando a los mercados, ya que los cargamentos procedentes de miembros de la OPEP contratados en marzo se encaminan a causar una sobreabundancia.
"El problema real es que la caballería (los recortes de la OPEP y sus aliados) no llegará a tiempo para salvar su mercado petrolero. Esta podría ser una de las peores entregas de la historia. Nadie quiere o necesita crudo ahora mismo", dijo Phil Flynn, de Price Futures Group en Chicago.
Con información de Reuters.