Su máximo histórico de 19,666 dólares lo alcanzó en diciembre de 2017 por el frenesí de compras de los inversores minoristas. Otras criptodivisas importantes, incluyendo el ethereum y XRP, que a menudo se mueven en paralelo con el bitcoin, subieron entre el 2% y el 4%.
Un fuerte apetito por activos de mayor riesgo ha impulsado el repunte de bitcoin en 2020, tras las medidas de estímulo sin precedentes de gobiernos y bancos centrales para combatir la pandemia de COVID-19, y una creciente atracción por sus supuestas cualidades antiinflacionarias.
Los inversores, como los fondos familiares, que gestionan las inversiones de personas ricas, han buscado la criptodivisa como cobertura contra cualquier inflación futura que se derive de las medidas de estímulo de los bancos centrales, según analistas.
La oferta de Bitcoin está limitada a 21 millones. Los defensores dicen que su escasez proporciona un valor innato y lo protege de las políticas de los bancos centrales o de los gobiernos que atizan la inflación.