En un lapso de tres días -desde que se conoció que el exsecretario de Hacienda Arturo Herrera no sería propuesto como gobernador del banco central-, el rendimiento del bono a 5 años pasó de 7.24% a 7.58%, un nivel no visto desde marzo del año pasado, cuando los inversionistas y las economía global estaban siendo sacudidos por la aparición del COVID-19. Incluso, el bono a 10 años, con mayor volumen de operación, resintió el movimiento y su rendimiento aumentó a 7.81%, también, su mayor nivel en 20 meses.
Sumado a estas presiones en el costo de la deuda, el peso cayó por sexta ocasión al hilo frente al dólar hasta alcanzar un precio de venta en ventanillas bancarias de 22.08 unidades.
Para Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de la institución financiera Banco Base, es claro que estos últimos movimientos responden principalmente al retiro de la nominación de Herrera. “Se supone que el presidente había hecho esta nominación desde junio para evitar la incertidumbre, y precisamente es lo que se está provocando”, señala la especialista.
La propuesta de Rodríguez, hecha por el presidente y que aún tiene que ser ratificada por el Senado para sustituir al actual gobernador Alejandro Díaz de León en 2022, no tuvo el efecto deseado. Para los analistas de Banco Base y de JP Morgan aún no hay claridad de la postura monetaria que tendrá Rodríguez Ceja, ni confianza en su experiencia “de alto nivel” en esta materia.
Estas posturas no son alentadoras en particular cuando la economía mexicana batalla con un estancamiento y una inflación fuera del rango del banco central y tocando récords no vistos en décadas. “El mercado va a estar muy cauteloso y muy atento sobre todo a la postura que tenga sobre la inflación”, dijo Siller.