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El litio, el nuevo oro blanco que se disputan empresas y gobiernos

Ante el alza del precio del litio, gobiernos y empresas comienzan la batalla para quedarse con los grandes yacimientos de este metal demandado principalmente por los fabricantes de autos eléctricos.
jue 20 enero 2022 05:00 AM
litio usado en baterías
En China, el precio por tonelada de litio ya supera los 50,000 dólares.

Malas noticias para los productores de vehículos eléctricos. El precio del litio, uno de los principales metales requeridos para la fabricación de baterías, parece imparable en 2022, luego de permanecer en picada por al menos cinco años, debido a que la oferta no se pone al corriente con la creciente demanda.

Basta con mirar a China, uno de los principales productores de baterías en el mundo. En este país, el precio del litio se disparó 52.5% en las primeras dos semanas del año, a más de 327,000 yanes por tonelada (unos 51,469 dólares), de acuerdo con datos de Trading Economics.

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Este ascenso refleja la tendencia que ha mantenido este metal desde finales del año pasado. Mientras las compañías mineras corrían para aumentar la producción en los complejos existentes y desarrollar nuevas fuentes para satisfacer la demanda, el precio cerraba el año en 257,518 yuanes (40,532 dólares) en China, que representa poco más de 5 veces el precio registrado a finales de 2020.

“Se espera que la demanda continúe por la revolución de energías renovables, por lo que el precio seguirá aumentado”, dice Ana Azuara, analista de la institución financiera Banco Base.

En 2020, la producción mundial de litio disminuyó 5% anual. Afectada principalmente por el impacto de la pandemia de la covid-19, la producción pasó de 86,000 toneladas en 2019 a 82,000 toneladas un año más tarde, de acuerdo con un reporte del Servicio Geológico de Estados Unidos. Pero durante la segunda mitad de 2020, los fabricantes comenzaron a solicitar este metal por la “fuerte demanda” del mercado de baterías, añadió la agencia científica.

Con la mayoría de los países en el mundo comprometidos a disminuir el uso de combustibles fósiles, la tendencia no parece que pueda revertirse como sucedió años atrás. Tan sólo en este año, la firma S&P Global Market Intelligence estimó que la producción sea casi un tercio mayor a la de 2021 al alcanzar las 636,000 toneladas de carbonato de litio equivalente.

Incluso, muchas mineras invierten ya en su producción. Este mismo reporte anticipa que es probable que las mineras inyecten hasta 15% más de recursos en sus presupuestos de exploración.

“La demanda se está acelerando y la adopción de vehículos eléctricos apenas ha comenzado”, señala Ben Laidler, analista de e-Toro. “Además, la nueva oferta está más arriba en la curva de costos, lo que respalda los precios por encima de la media, y los precios del productor subirán a medida que los contratos se pongan al día con el mercado spot”, añade el especialista.

Ganfeng Lithium es una de las empresas que ensancha su presupuesto para satisfacer esa demanda. La firma china, una de las productoras más grandes de litio, invirtió 1,300 millones de dólares en la producción de baterías el año pasado. La empresa es tan grande que tiene clientes del tamaño de Tesla, para quien fabrica las baterías de los vehículos eléctricos. De ahí que necesite poner en marcha proyectos para extraer litio.

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Empresas y gobiernos se enfrentan por el litio

Uno de los proyectos en el que la empresa ha invertido poco más de 10 millones de dólares, se ubica en Sonora, México. Ganfeng poseé la mitad de la empresa Bacanora Lithium, que construye un proyecto para explorar producción diversificada de recursos de litio. De acuerdo con un análisis en su reporte anual de 2020, el grupo estimó 8.82 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente en este proyecto que describió como “uno de los más grandes proyectos de recursos de litio en el mundo actualmente”.

Sin embargo, el gobierno mexicano ha negado esta aseveración. En comparecencia ante el Senado a finales de 2020, la exsecretaria de Economía Graciela Márquez dijo que el país tiene yacimientos de litio con “contenido muy bajo”, por lo que, añadió, México no tiene la reserva de litio más grande del mundo. “Cuando se hizo esa estimación, se tomó en cuenta toda la arcilla, pero esas toneladas no son litio”, señaló en aquella comparecencia la ahora presidenta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Aún así, Ganfeng tiene sus apuestas en la exploración de este yacimiento en el proyecto Sonora Lithium. En 2020, la empresa reportó que invirtió 10.4 millones de dólares (mdd) en el proyecto y 19.8 mdd en Bacanora Lithiuim.

Lo cierto es que el futuro del litio en México está en suspenso. Recientemente, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Congreso una iniciativa de reforma eléctrica, en la que incluye, entre otros puntos, recuperar el control de explotación del denominado oro blanco.

En esta reforma, que está siendo discutida en San Lázaro, se establece la facultad exclusiva del Estado para explotar todo el litio que se encuentre en territorio nacional. “No se hagan ilusiones (...) vamos a negar cualquier solicitud de concesión para la explotación del litio”, dijo López Obrador en una de sus conferencias matutinas en octubre de 2021.

El gobierno mexicano no es el único que busca el camino de la estatización del litio. En Chile, Gabriel Boric, el presidente electo, tiene la intención de crear una empresa estatal encargada de explotar este metal.

Las principales reservas se encuentran en Bolivia, Argentina, Chile - países que integran la zona conocida como el “triángulo del litio”- y Australia, donde se concentra 68.6% del total de las reservas.

Con el creciente interés por los autos eléctricos, y la consecuente demanda de baterías y litio para ellas, la carrera por ver quién le saca más provecho a este metal apenas comienza. Gobiernos y empresas se enfrentarán para quedarse con este nuevo oro blanco.

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