De este mercado de divisas emergentes, Janeth Quiroz, subdirectora de análisis económico de la firma financiera Monex, puntualizó que el peso fue la tercera divisa emergente que presenta mayores ganancias frente al dólar al inicio de operaciones del 25 de marzo, cuando cotizó por debajo de los 20 pesos por billete verde.
Lo cierto es que los inversionistas que buscan aprovechar el carry trade saben que asumen un riesgo al apostar en un mercado de mayor rendimiento. Por ello, es relevante la volatilidad asociada al tipo de cambio. Es ahí donde el peso, que es una de las divisas más líquidas del mundo, ha sacado ventaja frente a las divisas de países como Rusia, Turquía o Brasil, donde se ofrecen tasas de interés de doble dígito, pero la volatilidad es mayor a la que hay en el mercado mexicano.
Ningún inversionista quiere que los bancos centrales los tomen por sorpresa y que, por ejemplo, el presidente influya en las decisiones de política monetaria, como sucedió en Turquía, o que exista un gran riesgo de impago, como es el caso de Rusia, que tiene un sinnúmero de sanciones económicas y está prácticamente aislada por su invasión a Ucrania.
Con una inflación fuera de rango y una Fed ‘hawkish’, la escalada de tasas parece no tener tope en el 6.5% en México. La mayoría de analistas económicos coinciden en un alza de 50 puntos base para la siguiente decisión de política monetaria de Banxico. Incluso, el mercado ya descuenta un alza de hasta 250 puntos base para finales de año, proyectando la tasa de interés en un nivel récord de 9% anual.
“Salvo acontecimientos de riesgo inesperados, (el diferencial entre mercados emergentes y desarrollados) debería aumentar el atractivo de las monedas de los mercados emergentes”, señaló el equipo de investigación de Barclays.