Los especuladores del mercado del cobre, considerado como un indicador de la salud de la economía, apuestan por que la desaceleración mundial implica que el metal utilizado en la energía y la construcción tendrá que seguir cayendo pese a su reciente repunte.
Los últimos datos muestran que hay más fondos con posiciones bajistas que alcistas en la Bolsa de Metales de Londres (LME) y en COMEX.
El cobre de referencia de la LME, a unos 8,160 dólares la tonelada, ha subido 18% desde que tocó su mínimo en 20 meses el 15 de julio.