La llamada IA generativa ya está ayudando a acelerar las tareas mundanas conocidas por aplastar el espíritu de los empleados júnior de Wall Street, dicen los fondos de cobertura, desde la revisión de montones de estudios de mercado a escribir código básico y resumir el rendimiento del fondo.
Con el tiempo, los chatbots podrían ayudar a mejorar la eficiencia y ofrecer un trabajo más gratificante a sus superiores humanos, posiblemente a costa de perder puestos de trabajo. Pero todavía es pronto.
En el fondo de cobertura sistemática Campbell, sus operadores cuantitativos han pasado meses experimentando con el uso de la tecnología detrás de ChatGPT para resumir la investigación interna y escribir código repetitivo. Sin embargo, las herramientas de IA generativa aún no han cambiado sus métodos de inversión cotidianos.
“Son muy eficaces para completar el código, editarlo, encontrar errores y corregir fallas”, afirma Kevin Cole, director ejecutivo de Campbell. “Nuestro modelo mantendría a los humanos en el circuito: un asistente del humano que ayudaría a hacer su trabajo más eficiente”.
La IA en Wall Street es una iglesia amplia que incluye desde algoritmos de aprendizaje automático utilizados para calcular los riesgos crediticios hasta herramientas de procesamiento del lenguaje natural que escanean las noticias para operar. La IA generativa, la última palabra de moda ejemplificada por el chatbot de OpenAI, puede seguir instrucciones y crear nuevos textos, imágenes u otros contenidos después de haber sido entrenada con cantidades masivas de datos. La idea es que, si la máquina lee suficiente información financiera, podría fijar el precio de una opción, crear una cartera o analizar un titular de noticias corporativas.
A medida que los fondos de cobertura experimentan con las últimas iteraciones de estas herramientas, el objetivo último es mejorar el rendimiento de estas inversiones. Por ahora, el beneficio más obvio es el aumento de la productividad, acelerando la codificación, la investigación y las comunicaciones con los clientes. Por eso, Ken Griffin, de Citadel, dijo en marzo que la empresa está negociando una licencia de uso de ChatGPT para toda la empresa, apostando a que automatizará una “enorme cantidad de trabajo”.