Estos son los monstruos de la Bolsa mexicana

La falta de profundidad del mercado mexicano deja al resto de las empresas, que no están en el índice, deambulando.

Las zombies

Al igual que las criaturas de terror de la película ‘La noche de los muertos vivientes’ hay emisoras cuyo precio apenas y se mueve. Son compañías cuyas acciones son difíciles de comprar y vender; es decir que tienen baja bursatilidad.

Entre las compañías que se encuentran en este estado están Cablevisión, Javer, Altos Hornos de México y Grupo Gigante, entre otras.

Hay muchas razones detrás de esta baja bursatilidad, una de ellas es que la mayoría de las acciones pueden estar en manos de los accionistas controladores, a quienes no les interesa comprar ni vender títulos, sino únicamente mantenerlos.

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Los vampiros

Existe una criatura mítica que ha sido inspiración de todo tipo de leyendas: sale de noche y busca saciar su sed con sangre. Así, algunas empresas solo salen al mercado en busca de dinero. Y una vez que lo obtienen no vuelven a operar. Estos casos son los menos, pero los ahí, como Planigrupo o Posadas.

Aunque a veces, suelen salir a operar solo para recomprar sus propias acciones a un mejor precio; sin embargo, su movimiento sigue siendo muy bajo. Una vez más, son compañías que en su mayoría son familiares y buscan mantener el control de la mayoría de las acciones.

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Los fantasmas

Hay empresas que aunque en la vida real tienen operaciones, en la Bolsa ni figuran, no operan, son como fantasmas.

Estas compañías están listadas, pero incumplen con algunos de los requisitos mínimos de la Bolsa, como tener un mínimo de 100 inversionistas y mantener colocado por lo menos el 12% del capital social pagado. Entre ellas están: Palacio de Hierro, Grupo MacMa y Farmacias Benavides.

Hay algunas que están a punto de desaparecer de la Bolsa, que debido a la baja valuación y al poco movimiento que tienen no les interesa seguir cotizando y han comenzado su proceso para salirse, tal es el caso de Bachoco.

También hay otras que han incumplido con la publicación de su información financiera. En estos casos, la Bolsa suele suspenderlas. El caso más reciente es el de TV Azteca, pero en cuanto la compañía arregle la situación volverá al mundo de los vivos.