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Los consumidores buscan marcas más comprometidas

Los consumidores son más exigentes con las marcas, no solo a nivel de producto o servicio, sino también en cuanto a su responsabilidad social, destaca el Informe Tendencias del Consumidor de LLYC.
lun 28 febrero 2022 04:50 AM
Ilustración de personas comprando
En el estudio se analizaron 31.5 millones de mensajes de 19 países.

A raíz de la pandemia, las personas se han vuelto más conscientes de la importancia de la responsabilidad social y han trasladado esa preocupación al momento de consumir productos y servicios, por lo que cada vez se vuelven más exigentes.

Esta es una de las 10 tendencias identificadas en el Informe ‘Tendencias del Consumidor 2022’ , elaborado por LLYC.

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Para llegar a estas conclusiones, la consultora primero identificó 50 macrotendencias del consumidor, luego se seleccionó las 19 tendencias con mayor recurrencia y presencia entre las diferentes fuentes analizadas, que incluyen Twitter, Blogs, foros y noticias. Con el análisis de 31.5 millones de mensajes en 19 países, LLYC identificó las 10 tendencias con las tasas de aceleración o dinámica de crecimiento más altas.

Parte del objetivo de este estudio es ayudar a las empresas a cambiar el chip. “El consumidor siempre va por delante de las empresas, que muy a menudo se pasan la vida reaccionando. El reto es que debemos ser menos reactivos y más predictivos, dijo David González, socio y director general Región Norte de LLYC.

El valor de las marcas

Hace algunos años, el principal objetivo de las compañías era el de maximizar las ganancias para los accionistas, pero eso ha cambiado. El mundo les ha obligado a ver más allá, a comprometerse con su entorno y a apostar por la sostenibilidad.

Los consumidores cada vez son más exigentes. “La gente ya no compra solo por el precio, por el beneficio tangible de los productos, la empresa debe de añadir valores , y eso es un camino que va a ir avanzando”, comentó González.

A esta tendencia, LLYC la llama ‘Propósito/escépticos’. Las compañías detectaron esta exigencia y es común ver campañas e informes donde presumen lo responsables que son en temas ambientales o de diversidad, por ejemplo; sin embargo “detectamos que hay mucha conversación creciente por parte de los consumidores que empiezan a dudar que si realmente las compañías hacen tanto como dicen, si realmente todos esos mensajes están sustentados en realidades o son solo una manera de ‘maquillar’ y están faltos de acciones reales y comprometidas”, señaló González.

Evitar este greenwashing es uno de los grandes retos de las marcas, a decir del especialista deben dejar de hablar tanto de sus propósitos y activarlos de verdad. Por ejemplo, si una empresa tiene como propósito contribuir a la reducción de la contaminación en el mundo, debe hacer menos campañas de publicidad y más programas con las comunidades locales para reducir el impacto en el medio ambiente. “La gente está pidiendo hechos y menos campañas puras y duras”, aseguró González.

Esta exigencia de empresas más comprometidas se traslada también al producto. LLYC identifica aquí ‘La nueva era del packaging’. El consumidor es más consciente, está más informado y quiere saber el origen de los ingredientes del producto que está comprando o si se produce tomando en cuenta criterios medioambientales.

“Todo eso lo vemos como parte de una conversación creciente y es una consecuencia de la pandemia”, dijo González.

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Consumidores más digitales

La pandemia no solo ha tenido un impacto en la sensibilidad de las personas hacia el cuidado del mundo, también obligó a que -tanto personas como empresas- aceleraran su proceso de adopción de las nuevas tecnologías.

Un ejemplo de esta aceleración es otra de las tendencias identificadas pro LLYC, la de ‘boomers go digital’, en el que las personas de la generación boomer (personas que nacieron entre 1946 y 1964) se vieron obligadas a realizar compras en línea, hacer transacciones en la banca digital, etcétera, lo que “ha abierto un nuevo mercado digital muy grande”, dice el especialista. En México, esta generación representa alrededor de 12% de la población total, de acuerdo con el Inegi.

La digitalización acelerada también ha aumentado el nivel de exigencia en cuanto a los tiempos de entrega, de ahí surge la tendencia ‘Cuándo y no dónde’. “La propia industria ha ido acelerando la velocidad del consumo, pero eso ha generado que también como consumidores seamos más exigentes, lo queremos todo ya”, explica González.

La velocidad de digitalización supone también otro reto para las empresas, que muchas veces se centran en la adopción de nuevas tecnologías y dejan un poco de lado la experiencia al cliente, y es ahí donde las marcas tienen una gran área de oportunidad.

“La cantidad de oferta que existe en cada una de las categorías del producto es tan grande, que pensar en conquistar a un consumidor para siempre es completamente irreal. Por eso el consumer experience no debe fallar”, dice González.

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