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De Twitter a X: los retos detrás del rebranding de la red social de Elon Musk

El cambio de nombre de Twitter a 'X' es una apuesta para transformar la plataforma y diversificar sus servicios. Sin embargo, la red social enfrentará retos para generar su propia identidad.
jue 27 julio 2023 10:54 AM
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El cambio de imagen ya es oficial en la versión de escritorio de la plataforma, a la cual se podrá acceder por medio de los dominios x.com y twitter.com.

En un sorprendente giro de tuerca, Twitter , una de las redes sociales más icónicas del mundo, anunció oficialmente su cambio de nombre a "X." Detrás de esta decisión aparentemente audaz se esconde una estrategia de apalancamiento de marca que busca llevar a la plataforma a nuevos horizontes y expandir su alcance de manera significativa.

Rodrigo Díez, CEO de la consultora de branding Padre Group, asegura que el nombre es el elemento más duradero de una marca y que su cambio suele responder a tres motivos principales: problemas reputacionales, legales o de credibilidad; razones ligadas a la internacionalización, como la pronunciabilidad y asociaciones culturales indeseables; y cambios profundos en la dirección estratégica de la marca.

“Los cambios de nombre en una marca suelen indicar una evolución o el final de un ciclo de vida. Pero el nombre siempre debe emanar de la estrategia de la marca y estar alineado con su posicionamiento, lo que podría implicar que ‘X’ se convertirá en el eje principal de un conglomerado de aplicaciones con una propuesta más amplia y diversa”.

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Reynaldo Real, experto en marketing y docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), campus Aguascalientes, aporta que la estrategia detrás del cambio de nombre de Twitter podría estar relacionada con la preferencia del dueño de la organización, Elon Musk, por la "X", una letra que ha sido utilizada en otras de sus empresas, como Space X y X.Com, así como en el modelo X de Tesla. Además, el corporativo que controla la marca del pájaro azul se llama X Holdings, lo que sugiere una coherencia en la elección del nuevo nombre.

“Esta decisión parece alinearse con la ambición de Musk de convertir a ‘X’ en una mega aplicación que integre diferentes servicios, incluyendo audio, vídeo, banca, mensajes e inteligencia artificial, de manera similar a lo que ha sido exitoso con la súper aplicación china WeChat”.

Con cerca de 360 millones de usuarios activos mensuales, Twitter posee una base de usuarios considerable que Musk buscará capitalizar en su nueva estrategia. Aunque el cambio de nombre podría generar un rechazo inicial en el mercado, tanto Real como Díez coinciden en que si la estrategia detrás del rebranding es sólida y se alinea con la visión a largo plazo de la empresa, el mercado eventualmente asimilará y comprenderá su verdadero alcance.

También la llegada de Threads por parte de la empresa de Mark Zuckerberg, ahora renombrada como Meta, pudo haber sido un factor que aceleró el proceso de cambio de nombre en Twitter para no perder el timing de lanzamientos y evitar una comparación directa con la nueva plataforma. "Sobre todo porque "X" apuesta por la integración de la inteligencia artificial”, añade Díez.

La estrategia de comunicación y los riesgos del rebranding

Todo cambio de nombre conlleva riesgos potenciales. Reynaldo Real destaca que el rechazo inicial es común cuando una marca tan reconocida como Twitter cambia su nombre después de estar posicionado desde su fundación en marzo de 2006.

La nueva imagen de "X" puede no gustar a todos los usuarios y el proceso de adaptación puede tener implicaciones financieras, como se ha reflejado en la disminución del valor accionario de la compañía y la reducción de inversiones de los anunciantes en la red social.

Pese a ello, existe una tendencia en la creación de nombres muy descriptivos o con problemas para generar diferenciación y personalidad propia. “Pero en el caso de ‘X’ también surgen problemas de consenso en su pronunciación, lo que puede generar confusión en cómo referirse a la marca, así como problemas de registro en algunos países”, advierte Díez.

Aunque parece que la decisión de Elon Musk y su inclinación por nombres poco convencionales indican una apuesta por la originalidad y la diferenciación. El hecho de que haya nombrado a su propia hija "X Æ A-Xii" muestra una clara preferencia por nombres únicos y fuera de lo común.

En ese sentido, el cambio de nombre de Twitter a "X" representa un desafío en términos de identidad visual y verbal para la empresa.

Voy a tuitear, voy a ¿xitear?

Los expertos consultados concuerdan en que Twitter enfrentará un reto de comunicación para generar su propia identidad distintiva. El término "tuitear," utilizado para referirse al acto de enviar mensajes en la plataforma, ya está ampliamente arraigado en el castellano desde el 2014, lo que añade otra capa de complejidad al cambio.

Díez apunta que para comunicar el cambio de nombre se deben cubrir todos los puntos de contacto con el usuario y utilizar diversos medios, incluyendo estrategias de marketing digital, redes sociales, relaciones públicas, email marketing, campañas de exteriores y medios tradicionales.

“Es fundamental comunicar la nueva propuesta de valor de la marca "X" para que los usuarios comprendan la transformación y la dirección estratégica que está tomando la plataforma”, dice.

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Para aprovechar las oportunidades de marketing durante el proceso de cambio de nombre, Real subraya la importancia de incluir este tema en la estrategia de lanzamiento. El hecho de que Twitter sea una marca altamente posicionada y utilizada por millones de usuarios hace crucial que la estrategia de comunicación se haya implementado desde abril, filtrando información de manera gradual para que el cambio sea asimilado tanto por los usuarios como por los mercados financieros.

¿Éxito o fracaso?

El éxito en el cambio de nombre podrá verse en la adopción general de la marca; en observar cuántas personas continúan utilizando el nombre anterior después del cambio, ¿cuánta gente sigue llamando Bancomer a BBVA?, ejemplifica Díez. Otra métrica de éxito es el valor de marca y participación en el mercado, en la interacción y uso de la plataforma y en los comentarios de los usuarios.

Por lo pronto, CivicScience realizó una encuesta a usuarios de redes sociales para saber qué opinión tienen al respecto. El 36% de los usuarios diarios de Twitter se mostraron satisfechos con el cambio, mientras que al 27% no les ha gustado. A su vez, el 43% de los usuarios que acceden a la red semanalmente apoyan el cambio contra un 27% que tomaron una postura más crítica.

El éxito de esta apuesta dependerá de cómo "X" logre posicionarse en el mercado, atraer nuevos usuarios y retener a los actuales mediante una comunicación efectiva y la entrega de servicios que satisfagan sus necesidades y expectativas. El tiempo y la percepción del mercado serán los jueces finales de esta estrategia de rebranding.

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