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Xóchitl Gálvez usa vaso de Starbucks para hacer campaña, ¿acierto o tropiezo?

La estrategia de promover su imagen en un vaso de Starbucks, en lugar de respaldar cafeterías locales, parece contradecir su imagen de "persona de origen humilde conectada con sus raíces".
jue 21 marzo 2024 12:22 PM
xochitl galvez starbucks
El post que compartió la candidata presidencial el pasado 19 de marzo ya supera las 848.5K vistas.

¿Les late que desde ahora pidamos nuestro #CaféSinMiedo y con mucho amor? Preguntó en X, antes Twitter, la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, mientras invitaba a los consumidores de Starbucks a que en lugar de su nombre en el vaso, pusieran el de ella, luego subieran la foto y la etiquetaran para aumentar su visibilidad en redes sociales.

Para Roberto Franco, director de la consultora en imagen pública Íconos, esta acción acompañada del hashtag #CaféSinMiedo, busca asociar la imagen de la candidata presidencial con valores positivos al tiempo que promueve su campaña política entre la nueva generación de votantes.

“Está intentando llegar a la mayor audiencia posible. En este post en específico, y por el canal que usa, está buscando conectar con jóvenes de entre 19 y 29 años, que representan el 24% de la población mexicana y que muy pocos de ellos acuden a votar, según el INE”, dice Franco.

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¿Una estrategia audaz o fallida?

El perfil del consumidor de esta cafetería se caracteriza por ser urbano, de mediana edad, con un nivel socioeconómico medio-alto o alto. Son personas que valoran la personalización de la bebida y la experiencia en el consumo de café, así como el ambiente moderno de los establecimientos de la marca.

Para ellos, adultos de alrededor de 40 años y con un nivel socioeconómico alto, el consumo en esta cafetería operada en México por Alsea es una práctica cotidiana y accesible, por lo que esta estrategia de campaña podría resonar con ellos, considera Fernanda Guerra, la consultora en comunicación digital estratégica y redes sociales.

Sin embargo, el uso de productos o marcas reconocidas para hacer campaña es un arma de doble filo. Algunas personas podrían considerarlo como una estrategia oportunista o poco auténtica

Las generaciones más jóvenes, incluidos los centennials, que son nuevos votantes y que enfrentan desafíos económicos como altos costos de vida y renta, gastar en Starbucks puede verse como un lujo innecesario. “Para ellos, la estrategia de Gálvez se ha convertido en objeto de burla en redes sociales, particularmente en X. Esta plataforma se caracteriza por su rápida difusión de mensajes y por ser un espacio donde las críticas y el humor pueden amplificar la percepción negativa de una estrategia de campaña”, comenta la especialista.

En opinión de Guerra la crítica en X refleja una desconexión entre la estrategia de Gálvez y las preocupaciones económicas de los votantes más jóvenes. A pesar de que el uso del vaso de Starbucks le da visibilidad, lo hace en un tono de burla, al tiempo que la marca de café, que también está acaparando reflectores, ya se deslindó de cuestiones políticas.

A la conquista de los nuevos votantes

La evolución del marketing político ha encontrado en el uso de objetos y marcas una nueva dirección para conectar con los votantes, más con el boom de las redes sociales que sin duda son canales donde los políticos están para llegar a las nuevas generaciones.

Mariana Rodríguez y la estrategia asociada a la frase "fosfo fosfo" y los tenis Nike es un ejemplo de cómo conectar con el público de manera efectiva. La campaña por la gubernatura en Nuevo León de Samuel García, se vio beneficiada por la influencia de Mariana en las redes sociales, pero el éxito y aceptación del mensaje estuvo en la naturalidad con que la joven introdujo esta frase, que luego registró como marca y que hoy es uno de los símbolos del partido Movimiento Ciudadano.

Mario Alberto Nava, experto en marketing y académico de la Escuela Bancaria y Comercial, está convencido que intentar aplicar estrategias similares en contextos de mayor alcance, como una campaña presidencial, presenta retos adicionales. A diferencia de la campaña en apoyo a un gobernador centrada en una región urbanizada, la aspiración a la Presidencia de la República demanda un mensaje que resuene con un espectro más amplio de la población.

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Los especialistas consultados coinciden en que la tendencia de incluir objetos cotidianos y marcas en el marketing político no garantiza el éxito automático. Factores como la autenticidad de la conexión buscada, la relevancia del objeto o marca para el público objetivo, y la habilidad de la estrategia para conectar auténticamente con las preocupaciones y aspiraciones de los votantes son indispensables.

En el caso de Xóchitl Gálvez, la limitación está en querer vincularse con una marca que no es accesible o relevante para todos los segmentos del electorado. De ahí que el éxito del marketing político está en la necesidad de comprender profundamente a quién se dirige el mensaje y asegurar que éste se alinee con las realidades y percepciones de los votantes que buscas.

“Fue una acción muy arriesgada y siento que no le funcionó porque tendría que haber encontrado un elemento en común que vaya en línea con el discurso de su mexicaneidad", dice Nava.

Al respecto, Guerra asegura que la construcción de una comunidad y una identidad colectiva es fundamental en política, ya que hace que la gente se sienta parte de algo más grande, ya sea un movimiento, una ideología o un partido político.

“La estrategia de Xóchitl Gálvez es contradictoria. Por un lado, se presenta como la indígena que trabajó y está en contacto con la gente, pero por otro lado, promueve acciones como poner su nombre en un vaso de Starbucks. Es imposible sentir que perteneces a algo que no hace sentido. Xóchitl debería estar hablando de los cafés locales y no estar fomentando que se compre en una empresa gringa”, expresa Guerra.

¿Y Starbucks?

En cuanto a la marca, Nava calificó como "un acierto" el que se haya deslindado rápidamente de la iniciativa. "No todos sus clientes comparten las mismas opiniones políticas o están interesados en participar activamente en ella. A sabiendas que la política es muy aguerrida, las marcas que se involucran pueden quedar mal paradas”, detalla.

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