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Los festejos de Trump para el 4 de julio son una trampa política

El presidente quiere "volver a hacer grande" la celebración del Día de la Independencia con los sobrevuelos de los aviones de combate y un despliegue de fuegos artificiales nunca antes visto.
jue 04 julio 2019 05:04 AM
Patriotismo
Trump puede usar los festejos del 4 de Julio para mostrar que sus rivales demócratas "son poco patriotas".

(CNN)— Los intentos de Donald Trump por hacer que el 4 de Julio vuelva a ser grande se están volviendo una metáfora elocuente de los excesos y la polarización de su presidencia.

Su coreografía de tanques en el National Mall, los sobrevuelos de los aviones de combate, su discurso televisado y un despliegue de fuegos artificiales rojos, blancos y azules más largo de lo normal indica que hasta el Día de la Independencia de Estados Unidos, que durante generaciones ha sido un momento unificador, estará politizado.

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En vez del "Saludo a Estados Unidos" que ha proclamado, los detractores de Trump temen que en realidad esté tramando un saludo a sí mismo.

Al parecer, su más reciente sesión de fotos será un reflejo de su propia vanidad, de su obsesión con la cantidad de asistentes, de su avidez de estar bajo los reflectores, de su gusto por el equipo militar y de sus flirteos con el autoritarismo.

Sin embargo, desde la perspectiva de Trump, será una maniobra ganadora. La indignación de los demócratas y de la prensa porque Trump está robándose las celebraciones del 4 de Julio no ofenderán a todos los estadounidenses. Para muchos, bien podría ser un despliegue muy bienvenido del poderío del país.

OPINIÓN: ¿Ganarle a Trump o derrotar al trumpismo?

Al servir de árbitro del patriotismo —como lo hizo durante la controversia de los jugadores de la NFL que se arrodillaron— y comandante supremo fuerte, Trump también está tendiendo una trampa política.

Una vez más, puede posar en televisión nacional como el azote patriótico y desafiante de las élites que desprecian los valores de los estadounidenses del interior, estrategia a la que recurrió para ganar las elecciones de 2016 y con la que cuenta para obtener un segundo mandato.

En un par de tuits, Trump insinuó el miércoles que los temas de la noche estarán muy alineados con su mensaje electoral.

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"Nuestro Saludo a Estados Unidos del 4 de julio en el monumento a Lincoln va a ser muy grande. ¡Será el mejor espectáculo de sus vidas!", escribió Trump.

"Tenemos la mejor economía del mundo. Tenemos a las mejores fuerzas armadas del mundo. ¡Nada mal!", continuó en otro tuit.

Dado que Trump ha hecho de su presidencia un ejercicio de autoadulación y que rara vez ha buscado la unidad nacional, no hay muy buenos presagios de que sea una noche conmovedora y apartidista.

Después de todo, se trata de un presidente que dio un discurso político feroz en un evento de los niños exploradores y que usó el muro conmemorativo de la CIA como telón de fondo de un mitin partidista al día siguiente de que asumiera la presidencia.

Además de satisfacer su narcisismo, el evento del 4 de Julio pone de relieve su prodigalidad típica con el dinero público, su ética cuestionable, su falta de transparencia y un toque de caos en la organización de último minuto.

La Casa Blanca aún no da a conocer el costo final de toda la seguridad adicional… y del vuelo de la aeronave que se usa como avión presidencial, que se espera que entusiasme a la multitud.

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"El pueblo estadounidense merece saber cuánto dinero del erario gastará el presidente para transformar su celebración del 4 de julio en un mitin de campaña de facto", dijeron tres legisladores demócratas en una carta dirigida al Departamento del Interior .

En la era posterior al 11-S, los presidentes acostumbraron agasajar al personal de la Casa Blanca y a sus familiares en eventos privados.

Sin embargo, los operadores republicanos están repartiendo boletos entre personalidades y donadores , además de que habrá acceso a todo el público para el discurso que Donald Trump dará cerca del monumento a Lincoln, en donde Martin Luther King Jr. habló de su "sueño". Normalmente, el lugar en el que se alza el escenario de Trump es uno de los mejores para ver los fuegos artificiales del 4 de julio.

La Casa Blanca pone en tela de juicio el patriotismo de los detractores

Como pasó con su plan de cambiar los colores del avión presidencial , Trump está intentando imponer su propia definición de patriotismo y está usando a las fuerzas armadas como telón de fondo político. Esta estrategia nos resulta conocida.

"El Pentágono y nuestros grandes líderes militares están encantados de hacer esto y de mostrarles al pueblo estadounidense, entre otras cosas, a las fuerzas armadas más fuertes y más avanzadas del mundo. ¡Sobrevuelos increíbles y los fuegos artificiales más geniales de la historia!", tuiteó Trump.

La veneración constante de las fuerzas armadas estadounidenses por parte de Trump podría dar la impresión de hipocresía dado que no sirvió en ellas y coincidió con Howard Stern al decir que las enfermedades de transmisión sexual habían sido su Vietnam. Tampoco ha dudado en atacar a héroes militares para obtener beneficios políticos: no puede dejar atrás su pleito con John McCain pese a que el ex senador por Arizona, prisionero de la guerra de Vietnam y héroe de guerra murió hace casi un año.

Aunque a muchas personas les parece que el exhibicionismo de Trump es de mal gusto, a veces surge de una corazonada política perspicaz. Las imágenes del comandante supremo con la bandera estadounidense como telón de fondo le caerán muy bien a la videoteca que está creando para su campaña por la reelección.

Además, a cualquier persona que no esté de acuerdo, incluida la prensa (su blanco favorito), se le tachará de irrespetuosa a los soldados y de antipatriota.

"¿Sabe qué pasó el 4 de julio de 1776?", preguntó la asesora sénior de la Casa Blanca, Kellyanne Conway, a un reportero en la Casa Blanca el martes, 2 de julio. "Porque no parece que usted esté hablando del patriotismo que le da sustento".

Trump prometió que daría un discurso unificador para todo el país, como si su sola presencia en el evento no estuviera tallando un surco más en medio del país. Pero cuando le preguntaron el lunes si era capaz de dar un discurso del 4 de Julio que uniera a todos los estadounidenses, Trump pareció indicar que adoptaría el tono partidista al que rara vez puede resistirse.

Lee: Trump: Si las condiciones de los centros de detención no gustan, "que no vengan"

"Lo que los demócratas están planeando va a destruir al país y va a ser un servicio de salud horrible, un servicio de salud horrible y los impuestos de todos llegarán al 95%", dijo.

Trump quería su propio desfile

Al parecer, la idea de un espectáculo para el 4 de Julio se originó en los Campos Elíseos de París, cuando Trump acompañó al presidente de Francia, Emmanuel Macron, a las celebraciones del Día de la Bastilla .

También podría ser una forma de aplacar su ira reprimida por los reportes que indicaron que la multitud que asistió a la toma de protesta de Barack Obama en 2008 había sido más numerosa que la de la suya. Después de todo, cientos de miles de personas acuden a admirar los fuegos artificiales del 4 de Julio y atiborran el Mall y las calles circundantes.

Estos son los desfiles militares más grandes del mundo

El plan de Trump, de llevar a cabo un gran desfile estadounidense, se combinó con los costos crecientes y la realidad logística de que las orugas de los tanques blindados podrían destruir las calles de Washington, así que los tanques del desfile del Cuatro de Julio se quedarán estáticos, pero Trump nunca soltará la idea de una gran fiesta patriótica.

Algunos críticos palidecen ante la idea de que las fuerzas armadas asistan a la celebración de Trump. Stanley McChrystal, general de división retirado del Ejército, insinuó que los valores de ciudadanía y servicio también podrían conmemorarse honrando a los voluntarios del Cuerpo de Paz, por ejemplo.

"Los tanques y los aviones son cosas, no son el pilar de la nación", dijo McChrystal a Jake Tapper de CNN el martes, 2 de julio.

McChrystal señaló que las fuerzas armadas estadounidenses demuestran su valía en el campo de batalla: "No creo que tengamos que llevarlos al National Mall para justificar su eficacia", dijo.

Luego de una gira por el extranjero en la que Trump se acercó a autócratas como Vladimir Putin, de Rusia, y Xi Jinping, de China , su desfile del Cuatro de Julio podría desencadenar ecos siniestros y suscitar dudas sobre la impresión que darán las fuerzas armadas en las calles de la capital de Estados Unidos. Después de todo, los desfiles militares son una de las características de las dictaduras. En sitios como China, Corea del Norte y la antigua Unión Soviética, estos despliegues eran tanto un instrumento de represión interna como una muestra de poderío militar abrumador para sus adversarios.

Por otro lado, los desfiles militares y la pompa que Trump tanto admiró en Francia y en Reino Unido, difícilmente son un despliegue de poder actual, sino que más bien resaltan las glorias militares de las eras coloniales pasadas que son totalmente contrarias a los valores del 4 de Julio.

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