La ciudad está a la expectativa mientras circulan las disculpas
El miércoles, los manifestantes empezaron a ofrecer disculpas por haber perturbado el aeropuerto de la ciudad el martes por la noche. En varios comunicados que se publicaron en un canal de mensajería privada que los manifestantes usan se nota el remordimiento y se apela a la comprensión. "Ofrecemos disculpas por nuestra conducta, pero tenemos mucho miedo", se leía en una publicación. "Nuestra Policía nos disparó, el gobierno nos traicionó y las instituciones sociales nos fallaron. Por favor, ayúdennos".
En otro mensaje se apela directamente a grupos diferentes: "A todos los reporteros, equipos de ambulancias, personal del aeropuerto y a los pasajeros afectados, nos gustaría volver a ofrecer nuestras más sinceras disculpas por todos los inconvenientes y perturbaciones".
Los mensajes, que se publicaron anónimamente, se contraponen a la cobertura prominente de la violencia del martes en los medios estatales chinos.
China ha adoptado un tono más estridente en semanas recientes y se ha centrado en la violencia y en pintar al movimiento de protesta como una táctica de los separatistas radicales bajo el control de "manos negras" extranjeras. El lunes, 12 de agosto, las autoridades chinas señalaron que la situación en Hong Kong había "empezado a mostrar signos de terrorismo".
Sin embargo, los manifestantes son, en su mayoría, jóvenes enojados que carecen de un líder. Se quejan de que el gobierno sigue ignorando sus cinco exigencias, entre las que se cuenta el llamado al sufragio universal y una investigación sobre el presunto uso excesivo de la fuerza y mala conducta de parte de la Policía.
La jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha ofrecido disculpas repetidamente por la torpeza con la que su gobierno manejó el proyecto de ley de extradición que desencadenó las protestas y se comprometió a ponerle más atención a la gente. Sin embargo, añadió que los temas políticos se abordarán una vez que se restaure el Estado de derecho.
"La responsabilidad del jefe ejecutivo es garantizar que Hong Kong siga siendo una ciudad segura, ordenada y respetuosa de la ley. Esa es mi máxima responsabilidad", dijo Lam.
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"Una vez que la violencia haya parado y que la situación caótica que estamos viviendo ceda —yo no diría que se erradique totalmente—, yo, como jefa ejecutiva, seré responsable de reconstruir la economía de Hong Kong, de abrirme lo más posible, de escuchar con la mayor atención posible a las quejas de mi pueblo y de tratar de ayudar a Hong Kong a seguir adelante".
James Griffiths, Rebecca Wright, Ben Westcott y Yong Xiong, de CNN, contribuyeron con este reportaje.