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La violencia y el caos se propagan por Hong Kong en la 16ª semana de protestas

Los manifestantes lanzaron bombas y provocaron incendios, mientras la Policía considera usar municiones letales.
lun 23 septiembre 2019 04:56 PM
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Al interior de un centro comercial del distrito de Sha Tin, en el norte de Hong Kong, los manifestantes arremetieron contra negocios chinos y destruyeron una bandera china.

Hong Kong (CNN) — Inicia la 16ª semana consecutiva de descontento tras un fin de semana de más violencia y destrucción en Hong Kong : los manifestantes tomaron estaciones de metro y centros comerciales y la intensificación de las tensiones fue evidente.

La Policía se enfrentó a los manifestantes en varios distritos; los manifestantes lanzaron bombas molotov y provocaron incendios mientras que las autoridades reaccionaron con gases lacrimógenos y balas de goma. Los manifestantes evitaron en gran medida enzarzarse en batallas hombre a hombre con las autoridades y se retiraron y se movieron rápidamente por toda la ciudad.

Dentro de New Town Plaza, un centro comercial del distrito de Sha Tin, en el norte de Hong Kong, los manifestantes arremetieron contra negocios chinos y otros propiedad de Maxim, el conglomerado de los alimentos y bebidas que entre sus empresas cuenta a Starbucks y Simply Life.

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A principios de septiembre, Annie Suk-ching, hija del fundador de Maxim, James Tak Wu, hizo enfurecer a los manifestantes al criticarlos abiertamente y defender a la Policía por la forma en la que ha manejado la situación.

Aunque las protestas en los centros comerciales comenzaron como algo amistoso, con bailes en línea incluidos, pronto se volvieron algo serio: cubrieron las tiendas con pintas y perturbaron las actividades normales, así que muchos locatarios se vieron obligados a cerrar. Los manifestantes voltearon los botes de basura, rociaron agua por el piso con una manguera y rompieron televisores, según el diario South China Morning Post. También vandalizaron una estación de metro que conecta con un centro comercial, lo que provocó su cierre. Afuera de New Town Plaza, los manifestantes incendiaron barricadas y lanzaron una bandera china a un río cercano.

Hubo escenas similares de caos en centros comerciales de otros tres distritos y varias estaciones de metro cerraron luego de que los manifestantes las tomaran.

Como indicio de que las protestas son cada vez más violentas y descontroladas, también hubo varios ataques contra algunos curiosos en las manifestaciones del domingo, 22 de septiembre; hay un video en el que se ve a los manifestantes golpeando a un policía antimotines con su tolete e intentando quitarle su arma de cargo.

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Una de las escenas más desagradables se desarrolló en Yuen Long, en donde los manifestantes organizaron un plantón para conmemorar los dos meses que han pasado desde el ataque a una estación de metro en el norte de la ciudad, presuntamente perpetrado por las tríadas. La multitud arremetió contra dos hombres que les habían gritado a los manifestantes y que al parecer los amenazaron con una botella; los golpearon con varas de bambú, tubos y una silla de metal , dejándolos ensangrentados y confundidos.

En otra parte de Yuen Long , los manifestantes arrojaron bombas molotov a la Policía e incendiaron barricadas, además de que vandalizaron una estación de metro.

En un comunicado, la Policía señaló que condenaba categóricamente "a los perturbadores por arrojar repetidamente bombas molotov contra los vehículos policiacos y por intentar tomar el revólver".

En una reunión informativa secundaria para la prensa extranjera que se llevó a cabo el viernes 20 de septiembre, un comandante de la Policía dijo que a la corporación le preocupaba el nivel de violencia , que estaba llegando a un punto en el que los agentes podrían verse obligados a usar municiones letales para defender a sí mismos o a los demás.

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"A nuestros agentes les preocupa que el nivel de violencia ha alcanzado tal grado que tal vez tengan que matar a alguien, o morir", dijo el comandante. "Nos hemos contenido mucho, pero ante tal violencia, esta presión se ha vuelto extremadamente peligrosa".

En varias ocasiones, a lo largo de las semanas pasadas, los agentes de la Policía han desenfundado sus armas de cargo o disparado al aire en los enfrentamientos con los manifestantes, en circunstancias que, según ellos, ponían en riesgo su vida.

Bonnie Leung, coordinadora del Frente por los Derechos Humanos y Civiles (uno de los principales organizadores de las protestas), dijo que sería "innecesario e injustificado" el uso de municiones letales por parte de la Policía. Leung agregó que los agentes pueden protegerse "de muchas formas diferentes".

Día nacional

La Policía se someterá a una prueba importante la próxima semana, cuando se conmemore el 70º aniversario de la fundación de la República Popular, el 1º de octubre.

Las autoridades hongkonesas sentirán la presión de tener que garantizar que el descontento que reina en la ciudad no opacará las celebraciones en Beijing, mientras el presidente Xi Jinping preside un gran desfile militar para marcar este día nacional.

En ocasiones anteriores , este día ha sido clave para las protestas pacíficas en Hong Kong, pero parece poco probable que el día pase sin incidentes, ya que el descontento reciente sigue volviéndose más caótico pese a que disminuye la cantidad de manifestantes.

Dejando a un lado el 1º de octubre, la atención se centrará en las elecciones de noviembre. Los partidos prodemocracia de la ciudad esperan poder tomar control de los cabildos de varios distritos tras el descontento, aunque a los manifestantes radicales podría molestarles cualquier intento de tornar el movimiento de oposición en un trampolín electoral.

Los grupos pacíficos y moderados han quedado cada vez más marginados en semanas recientes; los pocos intentos de contener la violencia han sido infructuosos. Aunque parece que el movimiento todavía goza de buen apoyo —el movimiento inició hace varios meses por el proyecto de ley de extradición a China que ahora está cancelado, pero ya abarca las añejas exigencias de más democracia—, no está claro si los hongkoneses comunes tolerarán la perturbación, particularmente porque cada vez abarca más el ámbito civil y no el gubernamental.

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