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Donald Trump amenaza al denunciante que provocó el proceso de impeachment

El presidente estadounidense exige conocer al delator, mientras los políticos demócratas expeditar el inicio del proceso de destitución.
lun 30 septiembre 2019 04:50 PM
Amenazas.
El presidente lanzó en Twitter varios mensajes amenazantes contra su delator.

WASHINGTON (CNN)- Los abogados del denunciante que acusó a Donald Trump de presionar a Ucrania para que interviniera en las elecciones de 2020 advierten que las amenazas del presidente de Estados Unidos representan un riesgo grave para su cliente.

Mientras tanto, Trump intensificó sus ataques contra el denunciante: exigió conocer cara a cara a "su acusador" en un día de tuits iracundos sobre el intento de los demócratas por someterlo a un procedimiento de destitución . La ira de Trump se desbordó en Twitter el domingo, día en el que seleccionó citas de un partidario que dijo que temía que hubiera una "fractura como en la Guerra Civil" en el país si obligaban a Trump a renunciar a la presidencia.

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Parece que con el espectáculo extraordinario que está dando al amenazar a un testigo en potencia en un caso en su contra , Trump, el líder del aparato gubernamental estadounidense, se arriesga a que se interprete como que está obstruyendo la investigación. También socava el principio de que los denunciantes merecen anonimato y protección, lo que representa otro giro sombrío para una administración que ha puesto constantemente a prueba los límites de la corrección política.

En otro día de intercambios políticos frenéticos, los demócratas intentaron expeditar el inicio de un procedimiento de destitución porque sus probabilidades de tener éxito dependen de que aprovechen el impulso inicial para mantener a la Casa Blanca en desequilibrio. Sin embargo, Trump encabezó una defensa feroz el fin de semana; arremetió contra los demócratas, la prensa y el denunciante mientras algunos de sus aliados más importantes peleaban apasionadamente en los programas de debates del domingo.

La noche del domingo, 29 de septiembre, se dio a conocer que los abogados del denunciante les escribieron a los presidentes y miembros de mayor rango de las comisiones de inteligencia de la Cámara de Representantes y el Senado, así como al director de Inteligencia Nacional, Joseph Maguire, para manifestar que están "gravemente preocupados" por su cliente.

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"Los acontecimientos de la semana pasada han acrecentado nuestras inquietudes respecto a que se revele al público la identidad de nuestro cliente y que, en consecuencia, nuestro cliente quede en riesgo", escribieron los abogados en una carta fechada el sábado, 28 de septiembre, en la que hacen referencia a un comentario que Trump hizo la semana pasada: Trump dijo que la persona que le había dado la información al denunciante era "algo cercano a un espía" e insinuó que era posible que lo ejecutaran por esa conducta.

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Los abogados señalaron que Trump no se refería directamente al denunciante, pero que eso no paliaba sus preocupaciones y argumentaron que varias personas, cuyo nombre se desconoce, habían ofrecido una recompensa de 50,000 dólares por información sobre la identidad de su cliente.

"Desafortunadamente, anticipamos que esta situación empeorará y que será cada vez más peligrosa para nuestro cliente y para cualesquiera otros denunciantes mientras el Congreso procede a investigar este asunto", escribieron los abogados en la carta a la que tuvo acceso Pamela Brown, de CNN.

La carta de los abogados se dio a conocer luego de que Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia de la cámara baja, dijera el domingo que había llegado a un acuerdo para asegurar la comparecencia del denunciante. Uno de los abogados del informante dijo que las negociaciones seguían en curso.

Mientras tanto, Trump siguió intentando desacreditar al denunciante.

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"Quiero conocer no solo a quien me acusa —que presentó INFORMACIÓN DE SEGUNDA Y TERCERA MANO—, sino también a la persona que le dio al "Denunciante" esta información ilícitamente, que es incorrecta en gran medida. ¿Esta persona estaba ESPIANDO al presidente de Estados Unidos? ¡Grandes consecuencias!", tuiteó Trump el domingo.

Trump también pidió que se interrogue a Schiff por traición y fraude.

Además, Trump tuiteó sobre "la fractura como en la Guerra Civil" de la que habló Robert Jeffress, un partidario de Trump, misma que suscitó la réplica del diputado republicano Adam Kinzinger: "He visitado países asolados por la guerra civil. @realDonaldTrump, nunca imaginé que un presidente repitiera una cita como esta. Esto es más que repugnante", tuiteó Kinzinger.

'Una novelita estilo Nancy Drew'

La Casa Blanca, que aparentemente estuvo desconcertada a lo largo de una semana intensa en la que la presidente de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, abrió las investigaciones para el procedimiento de destitución , contraatacó con todo en un intento por desacreditar las afirmaciones de que Trump abusó de su poder al pedirle a Ucrania que le consiguiera información comprometedora sobre Joe Biden, uno de sus posibles contrincantes para 2020.

"El presidente de Estados Unidos es quien dio la alerta", dijo Stephen Miller, asesor en jefe de Trump, en Fox News Sunday. Agregó que "este individuo es un saboteador que trata de debilitar a un gobierno electo democráticamente" y tildó a la denuncia de "novelita estilo Nancy Drew".

Sin embargo, en una teleconferencia con la dirigencia de su partido, Pelosi dijo que debían tratar de ser apartidistas en el procedimiento de destitución.

"Esto no es un asunto de política. No es sobre partidismo. Es sobre patriotismo", dijo. "La idea de que esto tiene algo que ver con que les guste [Trump] o no… olvídenla. Eso es sobre las elecciones. Esto es sobre la Constitución".

La intensificación rápida de la guerra política fue notable, dado que ha pasado apenas una semana desde que Schiff declarara que Trump había "cruzado el Rubicón" en sus negociaciones con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

Ahora, los demócratas están enzarzados en un duelo histórico con la Casa Blanca, mismo que pondrá a prueba los límites del sistema político de Estados Unidos y marcará el destino de las elecciones de 2020.

Los demócratas se concentran en Ucrania

Los demócratas están obligados a llevar a cabo una investigación concisa para el procedimiento de destitución, que se centre firmemente en las presuntas fechorías de Trump y presente argumentos claros a los estadounidenses.

Para ello, Pelosi designó a Schiff representante de la investigación luego de que la comparecencia del ex director de campaña de Trump, Corey Lewandowski, ante la Comisión Judicial de la cámara baja terminara en farsa.

La velocidad es importante porque si no logran decidir en unos cuantos meses si toda la cámara votará para aprobar las bases de la destitución, la elección del candidato demócrata a la presidencia se verá afectada porque en vez de estar hablando de servicios de salud y desigualdad económica —temas que preocupan a los electores—, se estará hablando de Trump.

Pese a todo, los republicanos podrían aprovechar cualquier indicio de premura de parte de los demócratas para acusarlos de haber decidido someter a Trump a un procedimiento de destitución sin importar qué indiquen las pruebas.

Aunque es poco probable que los republicanos voten a favor de condenar a Trump en un procedimiento en el Senado, los demócratas esperan persuadir a los electores de que no es apto para la presidencia y presionar a los candidatos republicanos al Senado en estados indecisos, quienes probablemente no quieren tener que votar a favor de indultar a Trump.

Pero entre más logre Trump prolongar la intriga del procedimiento de destitución, mejor para su destino político.

Si tiene tiempo, puede intensificar los esfuerzos para desacreditar la investigación del procedimiento de destitución con la ayuda de la prensa conservadora, táctica que le sirvió para moldear la opinión pública con la investigación de Mueller. Trump también intentará cambiar el tema, tal vez con importantes objetivos en política exterior que respalden su argumento de que está haciendo lo que la gente quiere y que no deberían destituirlo.

También es probable que la Casa Blanca aduzca las facultades exclusivas del ejecutivo y llegue a los tribunales para frustrar a los demócratas y provocar que la gente se harte del drama de la destitución. Además, Trump puede acusar a los demócratas de tratar de subvertir el resultado de las elecciones de 2016 para acicatear a sus partidarios leales conforme se acerca 2020.

Empieza a haber acción en el Capitolio

Ahora que las cosas empiezan a acelerarse en Washington, el ex enviado especial de Estados Unidos a Ucrania, Kurt Volker —quien renunció a finales de septiembre— tiene pensado comparecer ante tres comisiones de la cámara baja el jueves, 3 de octubre.

Volker es un experto republicano en política exterior y fue muy cercano al difunto senador John McCain, el más prominente crítico republicano de Trump. Este podría ser un momento decisivo para la Casa Blanca, que podría intentar argumentar la confidencialidad de los tratos del embajador con Ucrania en representación de Trump.

Schiff dijo el domingo que también espera que el denunciante comparezca "muy pronto" tras las negociaciones que se centran, en parte, en cómo se preservará su anonimato y su seguridad.

"Obtendremos el testimonio sin filtros de ese denunciante", dijo en el programa This Week de ABC News.

El miércoles, 25 de septiembre, CNN reportó que la comparecencia depende de si los abogados del denunciante obtienen la autorización de seguridad.

En la denuncia, que el contralor general de los servicios de inteligencia que Trump designó encontró creíble, el denunciante acusa que Trump trató de que Ucrania interfiriera en las elecciones de 2020 y que la Casa Blanca trató de encubrirlo.

Trump ha negado reiteradamente que haya hecho algo malo y ha dicho que su llamada con Zelenski fue "perfecta". También ha minimizado las acusaciones de que amenazó con retener ayuda militar a Ucrania si el gobierno ucraniano se negaba a investigar a Biden.

Los partidarios de Trump salieron con todo en los programas de debate del domingo.

En un intercambio acalorado con Jake Tapper, en el programa State of the Union de CNN, Jim Jordan, diputado por Ohio, trató de centrar la discusión en Biden y su hijo, Hunter, quien trabajaba en una empresa energética ucraniana cuando su padre era vicepresidente.

"Cuando la empresa que está pagando ese dinero está bajo investigación, ¿adivinen qué? Papi llega corriendo al rescate. El vicepresidente de Estados Unidos llegó corriendo y dijo: 'Despidan a ese fiscal'", dijo Jordan.

Tapper replicó: "Eso no es lo que pasó, señor. Señor, señor, eso no es lo que pasó", para luego agregar que la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y los activistas en Ucrania querían que despidieran al fiscal porque no estaba combatiendo la corrupción.

No hay pruebas de que Biden o su hijo hayan hecho algo malo.

El domingo, hubo una crítica inesperada a Trump: Tom Bossert, quien trabajó como jefe de seguridad interior de la Casa Blanca, acusó que Trump había manejado mal la situación de Ucrania.

Bossert, quien ahora colabora con la ABC, dijo en el programa This Week: "También me siento profundamente perturbado por ello y todo este lío me hace sentir frustrado".

"Espero que todos puedan analizar las pruebas y sean muy cuidadosos, porque he visto mucha premura por emitir juicios esta semana. Habiendo dicho lo anterior, es un mal día y una mala semana para el presidente y para este país si es cierto que está pidiendo información política comprometedora sobre un oponente".

La naturaleza frenética de los intercambios del domingo refleja que nadie en Washington puede predecir el efecto político que tendrá el dramático procedimiento de destitución que se avecina.

Después de todo, la opinión sobre la posibilidad de que se lleve a cabo dicho procedimiento y sobre la prudencia de las maniobras políticas de Trump y Pelosi cambió varias veces a lo largo de la semana pasada. Lo único seguro es que Washington está entrando en un periodo turbulento que podría provocar que la ponzoña de los pasados dos años y medio parezca un simple preludio.

Lauren Fox, Suzanne Malveaux y Pamela Brown, de CNN, contribuyeron con este reportaje.

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