Desde hace tiempo, Trump tenía programada una reunión con Zelenski en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas . A la luz de los eventos, su sesión de fotos con la prensa tomó un giro surrealista.
Zelenski se aseguró de dar la nota que Trump anhelaba.
"No hubo presión", dijo, justo antes de que el líder estadounidense interviniera para asegurarse de que nadie se lo hubiera perdido.
"Ya saben que no hubo presión", dijo, dirigiéndose a los reporteros. "Agradezco la respuesta".
Más tarde, en una conferencia de prensa salpicada por ataques iracundos a los reporteros, Trump no presentó una defensa muy organizada e insinuó que su Casa Blanca no tiene poder suficiente y podría ser difícil que lo preparen para el agotador procedimiento de destitución que se avecina.
Trump afirmó que haberle pedido a Zelenski que investigara a Biden (que parece un indicio de abuso de poder) era igual a la presión que Estados Unidos ha ejercido previamente sobre Ucrania.
Sin embargo, la advertencia de que retendría la ayuda si el gobierno ucraniano no mejoraba su gobernabilidad y su lucha contra la corrupción —advertencia proferida por varios senadores estadounidenses y el ex vicepresidente, Joe Biden— difícilmente está en la misma categoría que hacer una amenaza parecida con la esperanza de obtener información comprometedora sobre un contrincante político.