El líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, ve el mundo a través de una lente clerical y revolucionaria empañada por el dogma antiestadounidense. El entorno en el que está haciendo sus cálculos difícilmente podría ser más lejano al mundo desparpajado de la telerrealidad de Trump.
Pocas esperanzas de que Europa ayude
La postura poco envidiable de Trump pondría a prueba a cualquier presidente de Estados Unidos, incluso a uno que no tuviera que lidiar con las restricciones que impuso la vía contenciosa que Trump eligió para lidiar con Irán.
Una vía de salida para Trump sería usar el ataque contra el yacimiento petrolero saudí como punto de convergencia para reconstruir el frente internacional contra Irán.
Aunque los gobiernos europeos han estado luchando por salvar el tratado nuclear con Irán, hay pruebas claras de que el gobierno iraní estuvo detrás de los ataques y eso podría agotar el capital político que sustenta sus esfuerzos.
Es posible que Trump use el incidente para convencer a los líderes europeos de unirse a la operación estadounidense para impedir que Irán se apodere de los buques cisterna en el golfo Pérsico.
Reino Unido se apuntó, con lo que fomenta su "relación especial" con Estados Unidos ante la inminencia del brexit. Sin embargo, Francia y Alemania se negaron, a lo que siguió una disputa transatlántica por la política de Trump respecto a Irán.
Parece poco probable que haya un acercamiento entre Estados Unidos y Europa, dado que Washington ha intentado socavar todo intento de la Unión Europea por mantener vivo el tratado nuclear.
Por otro lado, si Estados Unidos emprende acciones militares, es muy probable que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se apresure a calmar las aguas y a convencer a Washington y a Teherán de regresar a la mesa de negociaciones.
Kylie Atwood y Ted Barrett, de CNN, contribuyeron con este reportaje.