El caso se remonta a agosto, cuando la Fiscalía de Manhattan requirió a Mazars que entregara las declaraciones de impuestos de las ganancias personales y corporativas de Trump de los últimos ocho años, por lo que el mandatario interpuso una denuncia.
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El fiscal Cyrus Vance —un funcionario electo demócrata— pidió estos documentos en el marco de una investigación sobre un pago efectuado a la actriz pornográfica Stormy Daniels para comprar su silencio por una supuesta relación con Trump.
La investigación, que examina cómo Trump y su empresa reembolsaron este pago de 130,000 dólares efectuado durante la campaña presidencial de 2016 por un abogado de Trump, Michael Cohen, no ha llevado aún a ninguna inculpación.
Cohen cumple actualmente una pena de tres años de cárcel tras admitir que hizo un pago para comprar el silencio de Daniels y de otra mujer, en violación de las leyes de financiación electoral, así como por fraude impositivo y mentir al Congreso.
Los jueces decidieron que la inmunidad de Trump no está en cuestión aquí, porque los fiscales pidieron los documentos a la empresa contable de Trump, no al presidente.
Trump es el primer presidente desde Richard Nixon que se niega a difundir sus declaraciones de impuestos.
Durante la campaña electoral aseguró que estaban bajo auditoría del fisco estadounidense (el Internal Revenue Service, IRS). Varios intentos para obtener una copia de sus declaraciones de impuestos están en marcha, incluidos de parte de legisladores demócratas.
Con información de AFP y EFE