Sin embargo, Graham también se adjudicó el haber obligado a Pelosi a hacerlo con su propia resolución, que contó con el respaldo de otros 50 senadores, misma que tenía la intención de mostrar que no existe la mayoría de dos terceras partes que se necesita para condenar a Trump en un juicio de destitución en el Senado.
Sin embargo, no es la primera vez que algunos republicanos parecen no estar de acuerdo con el plan y manifestaron que tienen la esperanza —probablemente en vano— de que este drama sea menos frenético.
"Sería genial que la cámara […] abriera este procedimiento", dijo a CNN John Thune, senador por Dakota del Norte. "Creo que estaríamos teniendo una conversación totalmente diferente".
En general, parece que la votación que se celebrará el jueves en la cámara baja será una crítica a los intereses de la Casa Blanca. Sin embargo, traerá ciertas ventajas. Al menos así, Trump tendrá un mecanismo para que sus abogados lo representen cuando se les tome declaración a los testigos. También se le dará vista de los procedimientos al departamento jurídico de la Casa Blanca, cosa que antes dependía de los miembros republicanos de las comisiones.
Es probable que la votación obligue a los diputados demócratas que ganaron el año pasado en las elecciones intermedias en los distritos en los que Trump ganó en 2016, a tomar una decisión difícil más pronto de lo que esperaban.
Cuando se hagan públicas las audiencias, los republicanos que apoyan a Trump podrán hacer travesuras en la Comisión de Justicia de la Cámara de Representantes, a la que históricamente le ha costado mantenerlos a raya.
La votación en la cámara baja permitirá que los partidarios conservadores de Trump le muestren a su electorado que lo están apoyando en esta hora de necesidad. Además, también unirá al Partido Republicano.
La pregunta crucial en los próximos meses será si vale la pena pagar el precio de exponer la conducta de Trump ante millones de espectadores estadounidenses.
Manu Raju, Kaitlan Collins, Pamela Brown, Sunlen Serfaty, Katelyn Polantz, Haley Byrd y Ted Barrett, de CNN, contribuyeron con este reportaje.