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Pelosi da al proceso de destitución la transparencia que los republicanos pedían

La Cámara de Representantes votará este jueves públicamente sobre el procedimiento contra el presidente, un paso simbólico de los demócratas ante la crítica republicana.
mar 29 octubre 2019 12:22 PM
Un paso adelante
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, erosiona así el principal argumento de la defensa de Trump: que la investigación no es más que una farsa inconstitucional, fuera del debido proceso.

Stephen Collinson

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus defensores republicanos podrían llegar a lamentar que Nancy Pelosi les haya dado lo que pidieron.

Que la cámara baja se pronuncie públicamente respecto al procedimiento de destitución por primera vez, a través del llamado de la presidente a someter los procedimientos a votación en el pleno, es un paso sumamente simbólico que desafiará a la crítica republicana.

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Lo más crucial es que esta votación podría provocar que al Partido Republicano le cueste más evadir la sustancia del escándalo de Ucrania y la cuestión en la que se basa el procedimiento de destitución: si Trump abusó de su poder.

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En apariencia, el llamado a votación es un revés y reivindica a los críticos republicanos que han reprobado la investigación de la presidente de la cámara. Sin embargo, el riesgo es que puede empezar a erosionarse el que hasta ahora ha sido el pilar central de la defensa de Trump: que la investigación no es más que una farsa inconstitucional que lo está privando del debido proceso.

Los republicanos están presentando nuevos argumentos respecto al procedimiento e incluso los demócratas de más alto rango afirman que Pelosi no le dio al Partido Republicano todo lo que quería: la votación, que se llevará a cabo el jueves, 31 de octubre, meramente servirá para plantear los siguientes pasos de la investigación y no es una autorización formal a la investigación para el procedimiento de destitución. Sin embargo, lo más probable es que la opinión pública no note esta distinción.

"Si es cierto lo que dijeron, recibirán justo lo que querían: les daremos una resolución que permite un procedimiento abierto", dijo Ro Khanna, diputado demócrata por California, a Wolf Blitzer de CNN. "Entonces veamos qué excusa tienen".

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"Ha pasado más de un mes y los republicanos de Washington siguen sin contestar una pregunta sencilla: ¿es adecuado que un presidente presione a otro país para socavar nuestras elecciones?", tuiteó Pelosi la mañana del lunes, 28 de octubre.

La falta de disposición de Trump y del Partido Republicano a responder ha desatado una serie de distracciones, entre ellas que Trump diga que sus críticos son "escoria humana" y un plantón de los legisladores conservadores, con la intención de impedir que un funcionario del Pentágono rindiera declaración la semana pasada.

Habrá más exageraciones y más jolgorio… y más testimonios. El principal experto sobre Ucrania del Consejo de Seguridad Nacional tiene pensado decirles a los investigadores del procedimiento de destitución, el martes, 29 de octubre, que le preocupaba tanto la llamada de Trump al presidente de Ucrania, en julio, que le comunicó sus inquietudes a su superior, según su declaración de apertura.

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No obstante, la votación pondrá fin a la guerra cuasipolítica por el procedimiento de destitución y desembocará en un debate público más completo en un momento de gravedad para el país.

Como cuestión procesal, era innecesario. Como cuestión política y de interés nacional, esta votación podría brindar transparencia e integridad a un proceso constitucional serio.

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En el debate se considerará la presión que Trump ejerció sobre Ucrania para que investigara al aspirante a la candidatura demócrata a la presidencia en 2020 y potencial rival político, Joe Biden, así como una teoría de conspiración con la que se debilita la idea de que Rusia interfirió en las elecciones de 2016 en Estados Unidos. Es muy probable que se centre en si hay pruebas concluyentes de que Trump retuvo casi 400 millones de dólares en ayuda militar a un país que de hecho está en guerra con Rusia como parte de un intercambio. Además, los legisladores podrían empezar a concentrarse en cuáles serán las cuestiones definitivas que se someterán a consideración del Senado en un probable juicio de destitución.

¿Los actos del presidente de Estados Unidos entran en sus amplias prerrogativas para dictar la política exterior o en las causales constitucionales de juicio político y destitución?

¿Se revelaron las verdaderas intenciones?

Muchos republicanos se apresuraron a festejar la decisión de Pelosi.

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Después de todo, apenas el 15 de octubre, la presidente desechó sus quejas, les dio un sermón sobre que el procedimiento de destitución no es un juego y les dijo que "no estamos aquí para lograr que revelen sus verdaderas intenciones".

Sin embargo, eso fue justamente lo que hizo y en el marcador diario de la política en Washington, su decisión cuenta como un punto a favor de los republicanos de la cámara baja y de la estrategia trastabillante de la Casa Blanca.

"Ya es demasiado tarde", dijo John Kennedy, senador republicano por Louisiana. "Lo están haciendo nada más por la presión".

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Pero cualquier "triunfo" que se atribuyan los republicanos por la decisión de Pelosi durará poco.

La maniobra estratégica más reciente en un proceso que ha tomado desprevenida a la Casa Blanca debilitará la defensa que Trump ha usado hasta ahora para estigmatizar los motivos del procedimiento de destitución.

Acosados por días de revelaciones perjudiciales, los republicanos acusaron a Pelosi de privar a Trump de una representación justa y de dejar a los estadounidenses al margen en un intento a puertas cerradas por echar abajo las elecciones de 2016.

No importa que la Constitución —y un fallo de un juez federal, la semana pasada— indique que los demócratas tenían justificación para tomarles declaración a los testigos clave lejos de la mirada pública.

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Un procedimiento público, con audiencias televisadas, transcripciones públicas de declaraciones que al parecer dañan a Trump y el mecanismo conocido de los procedimientos de destitución anteriores podrían exponer a Trump.

Hasta ahora, la presidencia ha pensado que la falta de una votación en la Cámara de Representantes fortalece el argumento de que los demócratas están abusando de su poder porque el procedimiento de destitución no tiene un propósito legislativo.

Sin embargo, las fuentes reconocen que ahora, los beneficios de esa estrategia menguarán, lo que obligará a los republicanos a centrarse nada más en defender los actos de Trump, según reportes de Kaitlan Collins y Pamela Brown, de CNN.

Desde hace meses, luego de la publicación del informe del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia de Rusia en las elecciones, los lazos del equipo de campaña de Trump con el gobierno ruso y la presunta obstrucción a la justicia por parte de Trump, Pelosi se oponía firmemente al procedimiento de destitución que exigían los liberales. Sin embargo, cambió rápidamente de opinión cuando surgieron los detalles de los tratos de Trump con Ucrania a través del informe de un denunciante , mismo que cambió el rumbo de la política en Washington pero que conlleva riesgos políticos considerables.

Pero ahora que las encuestas indican que la opinión pública está cada vez más dispuesta a un procedimiento de destitución en medio de las filtraciones de testimonios que dañan a Trump, empieza a tener sentido que se retrasara la votación en el pleno de la cámara baja. Es probable que esto haya servido para que los políticos se pongan al día con el procedimiento y para aliviar la presión sobre algunos de los demócratas vulnerables a los que Pelosi necesita para conservar su mayoría en 2020.

Algunos de los miembros de la directiva del partido de Pelosi quieren audiencias abiertas que arrojen luz sobre las críticas a la conducta de Trump en Ucrania —las del máximo diplomático estadounidense en Kiev, por ejemplo— porque creen que así, el país empezará a ponerse en contra de Trump.

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La votación en la cámara también podría reforzar el argumento de los demócratas de que el procedimiento de destitución está bien fundado en la ley y en la Constitución. Podría socavar cualquier argumento jurídico con el que se pretenda que los testigos ignoren las citaciones del Congreso. Un juez llamó comparecer el jueves por la tarde ante su tribunal a los abogados de la presidencia y a Charles Kupperman, testigo en el procedimiento de destitución de la Cámara de Representantes, luego de que Kupperman promoviera una demanda la semana pasada en la que le pide al tribunal federal que falle respecto a si es necesario que declare.

Además, la votación servirá para confirmar el fallo que un juez federal emitió la semana pasada respecto a que la investigación del procedimiento de destitución de los demócratas ya es legal y la acusación de que el Departamento de Justicia y la Casa Blanca están obstruyendo.

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Quejas nuevas de los republicanos

Tras semanas de quejas sobre el procedimiento, los republicanos reaccionaron al cambio de curso de Pelosi quejándose sobre el procedimiento.

Uno de los principales aliados de Trump en la cámara baja, Mark Meadows —diputado republicano por Carolina del Norte a quien se ha visto mucho en la Casa Blanca en días recientes—, dijo que la decisión de la presidente de la cámara no alcanzaba para sentar un precedente histórico.

"A menos que haya una votación sobre la investigación en el pleno de la cámara, una votación sobre las reglas ciertamente no es la misma cosa", dijo Meadows. "Saben que no es lo mismo, a menos que se trate de un voto sobre la investigación del procedimiento de destitución".

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Kevin McCarthy, diputado por California y líder de la bancada republicana, argumentó que el cambio de curso equivale a reconocer que el procedimiento de destitución "tiene defectos de origen".

Sin embargo, la complejidad del procedimiento parlamentario podría palidecer ante las declaraciones de los diputados al definir su postura respecto al tema del procedimiento de destitución. En efecto, el jueves, Estados Unidos verá a los demócratas votar para abrir al público la investigación del procedimiento de destitución.

Otros republicanos se quejaron de que era demasiado tarde para que Pelosi cambiara de curso. Lindsey Graham, senador republicano por Carolina del Sur, dijo que las declaraciones a puerta cerrada ya habían corrompido el procedimiento sin remedio. "Ahora, una votación es como intentar revertir el sonar de una campaña porque los demócratas de la cámara baja han filtrado selectivamente cierta información para dañar al presidente Trump desde hace semanas", dijo Graham en un comunicado.

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Sin embargo, Graham también se adjudicó el haber obligado a Pelosi a hacerlo con su propia resolución, que contó con el respaldo de otros 50 senadores, misma que tenía la intención de mostrar que no existe la mayoría de dos terceras partes que se necesita para condenar a Trump en un juicio de destitución en el Senado.

Sin embargo, no es la primera vez que algunos republicanos parecen no estar de acuerdo con el plan y manifestaron que tienen la esperanza —probablemente en vano— de que este drama sea menos frenético.

"Sería genial que la cámara […] abriera este procedimiento", dijo a CNN John Thune, senador por Dakota del Norte. "Creo que estaríamos teniendo una conversación totalmente diferente".

En general, parece que la votación que se celebrará el jueves en la cámara baja será una crítica a los intereses de la Casa Blanca. Sin embargo, traerá ciertas ventajas. Al menos así, Trump tendrá un mecanismo para que sus abogados lo representen cuando se les tome declaración a los testigos. También se le dará vista de los procedimientos al departamento jurídico de la Casa Blanca, cosa que antes dependía de los miembros republicanos de las comisiones.

Es probable que la votación obligue a los diputados demócratas que ganaron el año pasado en las elecciones intermedias en los distritos en los que Trump ganó en 2016, a tomar una decisión difícil más pronto de lo que esperaban.

Cuando se hagan públicas las audiencias, los republicanos que apoyan a Trump podrán hacer travesuras en la Comisión de Justicia de la Cámara de Representantes, a la que históricamente le ha costado mantenerlos a raya.

La votación en la cámara baja permitirá que los partidarios conservadores de Trump le muestren a su electorado que lo están apoyando en esta hora de necesidad. Además, también unirá al Partido Republicano.

La pregunta crucial en los próximos meses será si vale la pena pagar el precio de exponer la conducta de Trump ante millones de espectadores estadounidenses.

Manu Raju, Kaitlan Collins, Pamela Brown, Sunlen Serfaty, Katelyn Polantz, Haley Byrd y Ted Barrett, de CNN, contribuyeron con este reportaje.

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