Pero no se confundan: los republicanos de todo el país cerraron filas detrás de Bevin.
Trump pasó la noche del lunes en un mitin con Bevin en Kentucky. A finales de octubre, el vicepresidente, Mike Pence, hizo una gira en autobús con el gobernador en funciones. Además, la Asociación de Gobernadores Republicanos gastó millones de dólares en un intento por promoverlo en radio y televisión.
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Los republicanos intentaron explicar los resultados del martes —el rezago en la carrera por la gubernatura en un estado en el que Trump ganó por 30 puntos porcentuales— apuntando a sus victorias en las elecciones locales del estado y dejaron morir solo a Bevin.
"El presidente prácticamente arrastró al gobernador Matt Bevin por la línea de meta; le ayudó a hacer una campaña más sólida de lo que se esperaba en lo que al final resultó ser una carrera muy reñida", dijo Brad Parscale, director de campaña de Trump para las elecciones de 2020, en un comunicado.
Sin embargo, las razones por las que Bevin recibió críticas —su personalidad beligerante, su tendencia a la controversia y sus proyectos políticos polémicos— también podrían aplicarse a Trump, quien una noche antes, dijo que el resultado de la campaña de Bevin para reelegirse se reflejaría en él.
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"Si usted pierde, van a decir que Trump sufrió la derrota más grande de la historia del mundo. Esta fue la más grande. No puede permitir que eso me pase", le dijo a Bevin en el mitin.