La COP25 abre con un llamado urgente a tomar acciones contra la crisis climática
Durante 2019, los países que firmaron el Acuerdo de París han sido blanco de una presión sin precedentes, con estudios científicos alarmantes y millones de jóvenes manifestándose.
Los llamados a actuar de manera urgente y decidida para salvar a la Humanidad enfrentada al desarreglo climático se multiplicaron este lunes en la apertura de la COP25 en Madrid, ante temores de que la cita pueda quedarse corta frente a las expectativas.
La cumbre climática de dos semanas busca impulsar el Acuerdo de París de 2015 para frenar el calentamiento global, con un telón de fondo de graves desastres ocurridos este año, desde incendios en el Ártico, la Amazonia y Australia a intensos huracanes tropicales.
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Informes de científicos alarmantes , desobediencia civil, manifestaciones de millones de jóvenes. Desde hace un año, los países firmantes del Acuerdo de París son blanco de una presión sin precedentes que resume la consigna para estas dos semanas de reunión: #TimeforAction.
Ante ello, los mensajes a la acción urgente se repitieron en el día inaugural de la 25ª Conferencia del Clima de la ONU (COP25).
"¿Realmente queremos pasar a la historia como la generación que hizo como el avestruz, que holgazaneaba mientra el mundo ardía?", lanzó desafiante el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Guterres, ex primer ministro portugués y principal defensor de una acción más ambiciosa para revertir el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, instó a los gobiernos a evitar un "camino de rendición" que pondría en peligro la salud y la seguridad de todos.
Ante los representantes de unos 200 firmantes del Acuerdo de París, entre ellos unos cuarenta jefes de Estado o gobierno, Guterres instó a elegir entre la "esperanza" de un mundo mejor y tomar acciones, o la "capitulación".
La ONU advierte que 2020 es un año crítico para evitar una catástrofe climática
Asimismo, instó a los delegados a resolver una importante cuestión pendiente del Acuerdo de París: las normas sobre el mercado de emisiones de dióxido de carbono, consideradas como algo vital para poner en marcha una acción más rápida con el fin de reducir las emisiones.
"El punto de no retorno no está lejos en el horizonte, se ve y se nos acerca a toda velocidad", había declarado Guterres el domingo.
"Tal vez el mundo no se mueve todavía al ritmo que nos gustaría, pero mi esperanza sigue estando especialmente con los jóvenes", afirmó. "Tienen el valor de hablar y recordarnos que heredamos este planeta de nuestros padres, y que debemos entregarlo a las generaciones futuras".
Según los científicos, los compromisos contraídos en París no bastan para evitar las consecuencias más desastrosas del calentamiento global en términos de elevación del nivel del mar, sequía, tormentas y otros impactos.
Los delegados esperan aprovechar la cumbre para dar un nuevo impulso al proceso, que enfrentará un momento crucial el año que viene, cuando los gobiernos deberán presentar propuestas más ambiciosas para reducir la producción de gases de efecto invernadero.
Cada grado cuenta
Hace unos días, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) asestó un golpe a las esperanzas de alcanzar un objetivo ideal de acuerdo de París de limitar el calentamiento +1,5 °C con relación a la era preindustrial. Habría que reducir las emisiones de CO2 un 7,6% anualmente, hasta 2030 para conseguirlo. Y no hay ninguna señal de que empiece a bajar.
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Las temperaturas ya han subido en torno a 1 ºC, multiplicando las catástrofes climáticas. Y cada grado adicional va a aumentar los efectos.
Al ritmo actual, la temperatura podría aumentar 4 o 5 ºC para final de siglo. Aunque los Estados cumplieran sus compromisos actuales, la subida del mercurio podría superar 3 ºC.
"Sigue faltando voluntad política", lamentó Guterres, en referencia a que los mayores emisores de CO2 "no cumplen su parte".
"Algunos países como China y Japón dan señales de su reticencia a aumentar su ambición", dijo Laurence Tubiana, arquitecta del Acuerdo de París.
Estados Unidos acaba de confirmar su retirada del acuerdo el próximo año , pese a que sus ciudadanos siguen comprometidos con el cambio climático, aseguró la influyente presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, al frente de una delegación del Congreso de su país presente en Madrid como un gesto político.
Con los ojos puestos en la UE
En este contexto, los ojos se giran hacia la Unión Europea, que cuenta con amplia representación en la conferencia.
"En un tiempo marcado por el silencio de algunos, Europa tiene mucho que decir en esta batalla", dijo el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez.
"Porque así lo demandan nuestras sociedades. Pero también por una cuestión de elemental justicia histórica: si fue Europa quien lideró la revolución industrial y el capitalismo fósil, ha de ser Europa quien lidere la descarbonización", remarcó.
Los defensores del planeta esperan que en una cumbre europea del 12 y 13 de diciembre, los 28 puedan alcanzar un objetivo sobre la neutralidad de carbono para 2050. No obstante, habrá que esperar a 2020 para que la UE presente una revisión de sus ambiciones a corto plazo.
"Seremos los campeones de la transición verde", garantizó el nuevo presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. "Tuvimos la revolución industrial, la revolución tecnológica, es la hora de la revolución verde", acotó.
Actualmente, solo 68 países se han comprometido a revisar al alza sus compromisos de reducción de emisiones de CO2 en 2020, antes de la COP26 en Glasglow, aunque solo representan el 8% de las emisiones mundiales, según los expertos.
Los países del sur buscaron hacer oír su voz, reclamando a los del norte asumir sus responsabilidades y ayudarlos a enfrentar los desastres que se anuncian.
"El agua cubre ya gran parte de nuestro territorio en un momento u otro del año (...). Nos rehusamos a morir", lanzó en un video la presidenta de las Islas Marshall, Hilda Heine.