Escocia no es un territorio tradicionalmente conservador, pero en años recientes, el partido le ha ganado terreno a los laboristas, partido que había triunfado aquí desde la década de 1960, pero perdió a muchos electores cuando el PNE cobró nuevo vigor.
Incluso el candidato conservador de North East Fife, Tony Miklinski, reconoce que "Boris aliena a algunos electores escoceses".
"Es fácil retratar [al primer ministro] como un personaje de caricatura, un copetudo educado en Eton que no está en contacto con la clase trabajadora ni con el pueblo de Escocia".
No obstante, "lo esencial", de acuerdo con Miklinski, es que la mayoría conservadora es la única vía para resolver "el estancamiento en Westminster" y concretar el brexit. Además, serviría para garantizar que el PNE no consiga el segundo referéndum sobre la independencia de Escocia.
Con tan solo una semana para las elecciones, los sondeos de opinión predicen que los conservadores lograrán la mayoría en Reino Unido. Habiendo dicho lo anterior, los sondeos predijeron el mismo resultado en las elecciones de 2017, pero los Tories no pudieron conseguir dicha mayoría.
Al igual que Lee Gardner, pescador de 26 años, hay quienes todavía no saben por quién van a votar. El sector pesquero británico está abiertamente a favor de separarse de la Unión Europea. Sin embargo, Gardner votó a favor de la permanencia y dice que le encanta "viajar a Europa".
"De cualquier forma —agrega con una sonrisa pícara— no he sido pescador tanto tiempo".
Gardner está de pie sobre el borde del acantilado, subiendo langostas a la lancha de su familia, en el puerto de St. Andrews. De un lado, el mar. Del otro, las colinas. Él se mueve constantemente entre ambas.
Pronto, Escocia decidirá hacia qué lado mirará.
William Bonnett, de CNN, contribuyó con este reportaje.