Publicidad
Publicidad

Los cambios enormes que traerá Corbyn si gana las elecciones en Reino Unido

El candidato del Partido Laboral ha prometido expandir radicalmente la intervención del Estado y aumentar el gasto público a niveles no vistos en una generación si se convierte en primer ministro.
mar 10 diciembre 2019 05:04 AM
Nacionalización
Los laboristas señalaron el lunes, 9 de diciembre, que comenzarían el proceso de nacionalización de las empresas de agua y electricidad en los primeros 100 días de gobierno.

Julia Horowitz

Sin importar quién gane las elecciones en Reino Unido, esta semana, hay más en juego para las empresas y los inversionistas que en ningún momento posterior a la década de 1970… y no todo gira alrededor del brexit.

El futuro del plan de Reino Unido para separarse de la Unión Europea —con lo que se revertirían 46 años de integración comercial y económica— podría decidirse el jueves, 12 de diciembre. En el horizonte también se cierne un enorme cambio en las políticas internas.

Publicidad

Los dos partidos políticos principales de Reino Unido quieren incrementar el gasto público luego de una década de la austeridad dolorosa de las administraciones conservadoras. Sin embargo, el líder del opositor Partido Laborista, Jeremy Corbyn, se comprometió a expandir radicalmente la intervención del Estado y a aumentar el gasto público a niveles no vistos en una generación si los electores le conceden la primera magistratura.

Parlamento británico alerta sobre interferencia rusa en sus elecciones

La lista de deseos de los laboristas incluye la nacionalización de los principales servicios públicos, una semana laboral de 32 horas, el otorgamiento del 10% de las acciones de las grandes empresas a sus trabajadores, el aumento del poder de los sindicatos, el congelamiento de la edad de retiro en 66 años y la construcción de vivienda popular a gran escala. El partido se comprometió a financiar el aumento del gasto con incrementos considerables a los impuestos a las empresas y al 5% más rico de Reino Unido. Los créditos para financiar las inversiones llegarían a los 55 millones de libras esterlinas (alrededor de 1,400 millones de pesos) al año para el ejercicio fiscal 2023.

Este cambio se llevaría a cabo a un ritmo vertiginoso. Los laboristas señalaron el lunes, 9 de diciembre, que comenzarían el proceso de nacionalización de las empresas de agua y electricidad en los primeros cien días de gobierno.

Publicidad

"Es, evidentemente, una hoja de ruta para el largo plazo, un cambio fundamental en la función, el tamaño, la magnitud y los alcances del Estado en Reino Unido", dijo Paul Johnson, director del Instituto de Estudios Fiscales (IFS), un centro de investigación independiente, en una presentación reciente a los periodistas.

Lee: ¿Puede un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos salvar al Reino Unido?

Los cambios propuestos a los impuestos, el gasto y la reglamentación pondrían a Reino Unido en línea con muchos de sus vecinos de Europa Occidental. Sin embargo, dichos cambios serían "muy diferentes a todo lo que hemos experimentado en Reino Unido, ciertamente desde la década de 1970", dijo Johnson. Denis MacShane, ex político laborista que fungió como Ministro para Europa en el gobierno de Tony Blair, dijo que las ideas laboristas son "las propuestas más izquierdistas de un partido importante que se han visto en una democracia occidental desde el 'programa común' de la Francia de la década de 1970".

Un cambio 'sencillamente enorme'

En Reino Unido hay seguro médico universal y una red de seguridad social considerable. Sin embargo, las medidas de austeridad que se impusieron tras la crisis financiera mundial agotaron los presupuestos para seguridad pública, hospitales y asistencia social. Corbyn, quien sería el primer líder laborista desde 2010, prometió "reescribir las reglas de la economía" si los electores le concedían la victoria sobre el primer ministro conservador, Boris Johnson.

Publicidad

Los laboristas propusieron incrementar el gasto diario —categoría que incluye aumentos salariales para los empleados del sector público, la abolición de las colegiaturas universitarias y la implementación de un programa de surtido gratuito de medicamentos recetados— en 83 millones de libras (alrededor de 2,100 millones de pesos) en el año fiscal 2023. La inversión en proyectos a largo plazo, como el programa de infraestructura verde y la construcción de hospitales y escuelas, sería del doble de la actual.

Lee: El 'brexit' aún no se concreta, pero ya ha transformado al Reino Unido

En consecuencia, el gasto estatal como proporción del ingreso nacional subiría a niveles que, según el IFS, no se habían visto fuera de la crisis financiera desde 1977. El centro de investigaciones señaló que esta proporción del gasto nunca ha sido sostenida en Reino Unido "por un periodo significativo de tiempo".

"Este es, sencillamente, un incremento enorme que nos lleva a un Estado grande según parámetros históricos", señaló Torsten Bell, del centro de estudios Resolution Foundation.

El tamaño del Estado también crecería a través de la nacionalización de servicios públicos clave como el agua, el correo, la infraestructura eléctrica y los ferrocarriles. Corbyn anunció recientemente que los laboristas también brindarían banda ancha "rápida y gratuita" en todo el país a través de la nacionalización de Openreach, la rama de infraestructura de telecomunicaciones de BT Group. En conjunto, estos planes trasladarían la propiedad del 5% de los activos británicos totales al Estado, según el IFS.

Lee: Los 2 caminos dolorosos para el Reino Unido con o sin brexit

Para financiar una ola de gasto fresco, los laboristas tendrán que recurrir a impuestos más elevados y a préstamos ahora que las tasas de interés están casi en mínimos históricos. Los impuestos que las empresas pagan sobre sus ganancias aumentarían del 19 al 26%, con lo que se recaudaría más dinero en proporción al PIB que en cualquier país del G7, según el IFS. El partido también se comprometió a gravar las transacciones financieras y a reformar los impuestos a las ganancias sobre capital y a los dividendos. Además, se incrementaría el impuesto sobre la renta a las personas que ganen más de 80,000 libras al año (alrededor de 2.2 millones de pesos).

Pese a todo, los economistas del IFS dudan de que los laboristas puedan obtener tantos ingresos de la recaudación como prometieron a largo plazo, especialmente si las políticas del partido afectan la confianza de los empresarios. También advirtieron que ciertos impuestos y compromisos no se contemplan en el plan de financiamiento de los laboristas.

Lo que preocupa al empresariado

Corbyn va detrás de Johnson en las encuestas; sin embargo, el recuerdo de las elecciones generales de 2017 —cuando la entonces primera ministra conservadora, Theresa May, quien esperaba arrasar, perdió la mayoría en el Parlamento — implica que los expertos no quieren descartarlo del todo. Además, muchos de los elementos de la plataforma laborista son populares entre los votantes.

"A la gente le gusta mucho esto en teoría, creo que mucho más de lo que los conservadores creen", dijo Robert Ford, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Manchester. Dijo que a muchos de los electores, lo que les preocupa es "el costo y la competencia".

La idea de que Corbyn sea líder del Reino Unido, incluso a través de un gobierno en coalición con otro partido, tiene nervioso al empresariado.

Aunque a los inversionistas y a los ejecutivos les gusta que los laboristas quieran un segundo referéndum sobre el brexit con la opción de quedarse en la Unión Europea —que, de acuerdo con la mayoría de los analistas, sería la opción menos dañina en el sentido económico— y muchos están a favor de gastar más en estímulos, hay una oposición visceral a los demás elementos del menú.

"El instinto automático de los laboristas de darle el control al Estado frenará a nuestra economía, no servirá para levantar a la gente", dijo Carolyn Faribairn, directora general de la Confederación de la Industria Británica, en un comunicado que se emitió cuando los laboristas publicaron su manifiesto.

Parte de esta aversión podría relacionarse con la intención de los laboristas de hacer grandes cambios estructurales. Sin embargo, también hay algunos elementos de la plataforma del partido que podrían afectar directamente las ganancias de las empresas.

Los laboristas propusieron aumentar el salario mínimo a 10 libras por hora (aproximadamente 250 pesos), un incremento particularmente grande para los trabajadores jóvenes. También se comprometió a expandir los contratos colectivos por sector en la economía, así que serían más los británicos cuya paga se negociaría en pláticas entre los sindicatos y las empresas.

Por otro lado, el partido propone implementar una norma para que una tercera parte de los consejos de administración de las empresas se compongan de representantes de los trabajadores con el fin de que tengan voz y voto sobre la compensación de los ejecutivos.

Lee: El nuevo acuerdo del 'brexit' despierta poco entusiasmo de inversionistas

Dos de las propuestas más audaces de los laboristas llaman más la atención del empresariado: el compromiso de lograr una semana laboral de 32 horas en promedio en una década y la promesa de conceder acciones de las empresas a los trabajadores.

Aunque los detalles de esta última propuesta no son del todo claros, los laboristas señalaron que sería necesario que las empresas grandes creen "Fondos de Participación Incluyente", lo que permitiría que hasta el 10% de las empresas esté en control de los empleados, quienes recibirían pagos por dividendos.

Alfie Stirling, director de Economía del centro de estudios New Economics Foundation, dijo que este enfoque es "potencialmente transformador" porque les da más poder a los trabajadores. "Cambia la dinámica de poder laboral", dijo.

En conjunto, las políticas laboristas tienen un cierto aire antiempresarial, de acuerdo con Ruth Gregory, jefa de economistas de Capital Economics en Reino Unido. Se espera que "afecten negativamente la confianza del empresariado y la inversión de las empresas", prosiguió. Lo más probable es que si Corbyn resultara electo, los inversionistas reaccionen vendiendo sus libras y sus participaciones en las empresas británicas. (La libra ha subido considerablemente en días recientes y alcanzó el nivel máximo ante el dólar en siete meses porque los mercados apuestan a que Johnson ganará).

Además, les preocupa que los laboristas, una vez en el poder, vayan más allá de lo escrito en el manifiesto. De acuerdo con Gregory, lo preocupante es que si al último minuto se agregó al manifiesto una política tan significativa como la nacionalización de la banda ancha, ¿qué más podrían incluir?

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad