Testigos claves
Los demócratas no han escatimado en críticas contra McConnell. El legislador demócrata Adam Schiff, a cargo de la acusación contra Trump, dijo antes del inicio del proceso que los republicanos buscan celebrar un proceso "amañado".
Después, en su alegato inaugural, afirmó que el esquema planteado por los republicanos "no tiene sentido" y está orientado a que no se expongan las pruebas y que Trump sea exculpado.
Las reglas de McConnell apuntan a hacer que el caso "sea despachado lo antes posible para encubrir sus fechorías".
"La mayoría de los estadounidenses no creen que vaya a haber un juicio justo", agregó Schiff, que lideró la investigación en la Cámara de Representantes.
Si bien los republicanos cedieron en el cronograma y mostraron flexibilidad para la presentación de evidencia de la investigación al comienzo del juicio como quiere la oposición, no hay indicios de que McConnell ceda a las demandas demócratas para que se permita citar a testigos desde el principio.
Los demócratas quieren el testimonio de altos funcionarios, como el jefe de gabinete de Trump, Mick Mulvaney, y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, con la expectativa de que aporten detalles de los intercambios del mandatario con Ucrania.
Bolton dijo estar dispuesto a testificar.
Antes del inicio del debate, McConnell, defendió un proceso abreviado y alegó que la petición demócrata de incluir testimonios de altos cargos de la Casa Blanca es un privilegio constitucional que ostenta la presidencia.
"Ir a por estos testigos podría retrasar el juicio y arrastrarnos en una compleja batalla legal sobre el privilegio profesional", defendió McConnell, para quien esto podría tener repercusiones permanentes sobre la esencia de los Poderes del Estado y la "institución presidencial".
Pat Cipollone, el representante legal de Trump, criticó el proceso y dijo que un juicio político partidista es como "robarse una elección".
Con información de CNN y AFP