Bloomberg, que ha gastado cerca de 370 millones de dólares en publicidad que lo catapultaron al tercer lugar en la intención de voto de los demócratas en solo tres meses en la carrera, fue catalogado de "millonario arrogante", y cuestionado por "comentarios sexistas" y "políticas racistas".
"Los demócratas no vamos a ganar si tenemos un candidato con un historial de esconder sus declaraciones de impuestos, de acosar a mujeres y de apoyar políticas racistas", dijo la senadora Elizabeth Warren, abriendo la veda contra el multimillonario.
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Warren, de hecho, insistió en las acusaciones que existen contra Bloomberg por acoso y comentarios sexistas y le instó a que "libere" a las mujeres con las que ha firmado pactos de confidencialidad para que puedan hablar libremente sobre sus experiencias. "No vamos a ganar a Trump con un hombre que tiene quién sabe cuántos acuerdos de confidencialidad con mujeres", advirtió la senadora.
Bloomberg, por su lado, no quiso revelar cuántos acuerdos de este tipo existen y dijo que los casos seguirán en secreto: "Ellas decidieron cuando llegaron a un acuerdo que querían mantenerlo en silencio".
Además, el ex alcalde neoyorquino restó importancia a los motivos que provocaron sus pactos: "Quizás no les gustó alguna broma que hice".
Sanders, que ganó en New Hampshire y quedó segundo por poco en Iowa, también fue blanco de dardos, en particular por su plan de salud universal, pero también por el estilo de su liderazgo y sus propuestas económicas.