Ante la avalancha de pedidos de auxilio, que aumentaron dramáticamente por el cierre temporal o la quiebra de empresas de todos los tamaños, el gobierno se vio desde el 25 de marzo en la urgente necesidad de repartir víveres y subsidios, mientras numerosas empresas, ciudadanos y ONG contribuyen con ayudas.
Recomendamos
Ayudas contra el hambre
Por medio del Departamento de Prosperidad Social, 1.4 millones de hogares pobres inscritos en el programa Familias en Acción recibieron aportes que superan los 382,000 millones de pesos (unos 101 millones de dólares), cifra que sin embargo se queda corta ante al tamaño de la necesidad.
De estos recursos se han beneficiado a la fecha 4.3 millones de niños y adolescentes; 126,883 hogares localizados en 60 comunidades indígenas; 138,628 familias afrodescendientes y 875,159 familias cuyos miembros han sido víctimas de desplazamiento forzado por el conflicto armado, según un balance de la Presidencia divulgado este lunes.
Asimismo, mediante el programa Jóvenes en Acción, que apoya a los más pobres y vulnerables con transferencias monetarias para que puedan continuar sus estudios técnicos, tecnológicos y profesionales, 158,000 de ellos han recibido aportes por 110,000 millones de pesos (unos 29 millones de dólares).
Recomendamos
El Ministerio del Interior ha repartido además 622,931 paquetes de víveres en 23 de los 32 departamentos colombianos, principalmente a comunidades indígenas y negras, y las Alcaldías también han hecho su parte.