Según las encuestas, en Estados Unidos, Brasil y México, los tres países americanos más afectados por el coronavirus, aproximadamente la mitad de los adultos están estresados debido a la pandemia. Esto ha incrementado el consumo de drogas y alcohol, lo cual "puede exacerbar los problemas de salud mental", advirtió Etienne.
Los confinamientos, que en algunos países del continente ya han cumplido cinco meses, llevaron a un "alza de la violencia doméstica", alertó también la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las medidas para frenar los contagios, sumadas a los impactos sociales y económicos del virus, "están aumentando los riesgos de violencia doméstica: el hogar no es un lugar seguro para muchos", dijo Etienne.
La directora de la OPS dijo que los llamados a las líneas de emergencia por violencia doméstica aumentaron en Argentina, Colombia y México.
Por otra parte, debido a la interrupción de ciertos servicios de apoyo y el aislamiento de las víctimas, "es probable que se subestime el alcance real de la violencia doméstica durante la COVID-19", apuntó.
Etienne dijo que las "necesidades crecientes" de atención de la salud mental y los "recursos reducidos para abordarlas" crean una "tormenta perfecta" en muchos países.
"Es urgente que el apoyo a la salud mental se considere un componente fundamental de la respuesta a la pandemia", pidió.