En su único mensaje sobre política exterior, afirmó que será un presidente que apoya a los aliados y advirtió que "los días de coquetear con dictadores se terminaron".
Más allá de la crítica a Trump, Biden prometió la recuperación de empleo, la reconstrucción de las infraestructuras, la expansión del sistema sanitario, el acceso a la educación superior, un sistema migratorio "acorde a los valores" de Estados Unidos y enfrentar las crisis climática.
"El cambio climático no solo es una crisis sino una gran oportunidad para que Estados Unidos lidere al mundo en energía limpia, generando miles de buenos empleos", aseguró el aspirante a la presidencia de Estados Unidos.
El flamante candidato hizo un llamado casi desesperado a los estadounidenses para que no le den a Trump una segunda oportunidad.
"Lo que sabemos sobre este presidente es que si le dan cuatro años más, será lo que ha sido durante los últimos cuatro años", sostuvo.
Hacia el final de su discurso, Biden recordó las protestas contra el racismo y la violencia policial y confió en que el homicidio del afroamericano George Floyd marcara un "punto de inflexión" en el país, que ha reflexionado más que nunca sobre las injusticias raciales.
"La historia nos ha puesto una tarea urgente. ¿Seremos la generación que finalmente quita la mancha del racismo de nuestro carácter nacional? Yo creo que estamos a la altura. Creo que estamos preparados", agregó.
"Este es nuestro momento para hacer que rimen la esperanza y la historia, con pasión y con determinación. El amor es más poderoso que el odio", subrayó Biden.
"Esta es una batalla que ganaremos y lo haremos juntos, se lo prometo", finalizó.
Con información de AFP y EFE