Una muy buena para Trump
Tal como lo había anunciado, Trump anunció a su nominada para ocupar el asiento de Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema el sábado 26 de septiembre por la tarde. La elegida fue la jueza de apelaciones Amy Coney Barrett, quien no podría tener un perfil más distinto al de Ginsburg.
Católica practicante y madre de siete hijos, incluidos dos adoptados de Haití y un pequeño con síndrome de Down, Barrett se opone al aborto, uno de los temas claves dentro de la polarización cultural que domina la actualidad de Estados Unidos.
Barrett se reunió con senadores republicanos para preparar su voto de confirmación que el partido espera realizar antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
La jueza de 48 años, se reunió con el jefe de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, con Lindsey Graham, que presidirá la audiencia de confirmación en el comité de asuntos judiciales de la cámara, y con otros senadores republicanos.
La mayoría de los senadores demócratas, incluido el jefe de la minoría Chuck Schummer, rechazaron reunirse con la jueza, pues consideran que el proceso es ilegítimo. Solo la senadora Cory Cook, que integra el comité de asuntos judiciales, dijo que lo haría.
"Una de las cosas que quiero preguntarle es si se recusará en cualquier tema electoral que se nos presente", dijo Booker. "Si no se recusa, temo que la Corte quede más deslegitimada", añadió.
La audiencia en el comité está programada para el 12 de octubre y el voto del plenario para antes de la batalla electoral entre Trump y Biden. Salvo una enorme sorpresa, los republicanos, que cuentan con 53 de los 100 escaños de la Cámara, confirmarán a Barrett para este cargo vitalicio.
Con información de AFP