"No se podrá ir al restaurante después de las 21:00, no se podrá ir a fiestas a casa de los amigos", explicó el presidente, quien avanzó que habrá controles policiales y multas para los infractores, igual que un sistema de autorizaciones para quienes tengan que salir por trabajo o motivos ineludibles.
Además de la capital París el toque de queda se aplicará en Lille, Grenoble, Lyon, Aix-Marseille, Montpellier, Rouen, Toulouse y Saint-Etienne.
Durante el día, la vida de los franceses no cambiará. "Seguiremos trabajando, nuestra economía lo necesita, lo necesitamos, nuestros hijos seguirán yendo a la escuela", explicó Macron.
Tampoco habrá restricciones a la circulación dentro del país.
Esta intervención de Macron en horario de máxima audiencia televisiva, se produjo mientras la situación se está agravando en las principales zonas metropolitanas de Francia a pesar de medidas restrictivas tomadas en las últimas semanas, como la obligatoriedad del uso local de mascarillas, el cierre de bares o un protocolo más rígido en restaurantes.
La situación es especialmente seria en la región de París (Isla de Francia), donde el índice de casos positivos es de 320.9 por cada 100,000 habitantes y los pacientes de COVID-19 ocupan ya el 45% de todas las camas de cuidados intensivos en los hospitales, según datos comunicados hoy a la agencia EFE por las autoridades sanitarias regionales.
Además, el 17% de todos los test realizados en la región parisina en el último día dieron resultado positivo.
Macron recalcó que en los hospitales se han aplazado operaciones quirúrgicas para asegurar que había camas de cuidados intensivos para los pacientes de coronavirus, pero "ya no tenemos camas de reserva. Por eso debemos tomar medidas más estrictas".
Con información de AFP, EFE y Reuters