El gobierno de Estados Unidos ha dado un apoyo vital a Guaidó con el saliente presidente Donald Trump, bajo cuya administración se impusieron amplias sanciones financieras para forzar la salida de Maduro, sin éxito.
Sin embargo, Trump dejará la Casa Blanca el 20 de enero y será sustituido por el demócrata Joe Biden, quien ganó las elecciones del 3 de noviembre de 2020.
"El esquema de política exterior que tiene Estados Unidos para Venezuela no es algo que pueda desmontarse de la noche a la mañana, sobre todo lo que se refiere a sanciones y restricciones políticas, financieras y diplomáticas", remarcó Álvarez.
No obstante, "es posible que veamos estrategias diferentes de aproximación a la crisis, sin abandonar la presión”.
A lo interno, Guaidó enfrenta "un desgaste muy importante", indicó Alarcón. "Son dos años esperando el milagro de la salida de Maduro”.
Ese desgaste se hizo evidente con la baja concurrencia al plebiscito simbólico convocado por Guaidó para condenar las elecciones del 6 de diciembre y dar piso a su “continuidad".
La convocatoria, que arrancó el 7 de diciembre por internet y cerró el 12 de manera presencial, no movió multitudes, aunque el líder opositor y sus aliados sostienen que participaron más de 6 millones de venezolanos.
Alarcón estimó que 2021 será "un año de persecución, de autocratización (...), un año de pocos avances en lo democrático”.
Con información de AFP, EFE y Reuters