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Discriminar a la hora de vacunar arriesga más que los derechos humanos

Israel ha sido sido señalado como un ejemplo global por el éxito de su campaña de vacunación, pero al negarle las inmunización a los palestinos arriesga su propia inmunidad de grupo.
mié 13 enero 2021 05:04 AM
Segunda dosis
El primer ministro Israelí recibió su segunda dosis de la vacuna contra el COVID-19 el lunes 11 de enero.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, recibió la primera vacuna contra el COVID-19 el 19 de diciembre de 2020 . Siempre pionero, Israel inició con su campaña poco más de una semana después que Reino Unido. Desde entonces, más del 22% de la población de este país de Medio Oriente ha recibido la inmunización. Incluso Netanyahu ya recibió la segunda dosis del compuesto de Pfizer/BioNtech, lo que le garantiza una alta inmunidad contra la enfermedad.

Hasta ahora es el país que ha vacunado al mayor porcentaje de su población, muy por encima del 2.2% de Dinamarca, el país europeo más avanzado, o del 0.07% que ha logrado inmunizar el gobierno mexicano. Sin embargo este éxito tiene un lado oscuro.

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Aunque millones de dosis de la vacuna de Pfizer y BioNtech viajan a las profundidades de Cisjordania, un territorio palestino ocupado, estas solo son administradas a los colonos israelíes, pero no a los 2.7 millones de palestinos que viven en los alrededores y que tendrán que esperar por lo menos hasta marzo para ser vacunados.

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Si se cuenta a los Palestinos que viven en la Franja de Gaza, el número de personas que han sido ignoradas por el gobierno de Netanyahu para recibir las vacunas son 4.8 millones. Esto equivale a más de la mitad de los 9 millones de ciudadanos de Israel.

Además, Israel también ha ordenado a que se dote de vacunas para los guardias en las prisiones, pero no para los miles de presos palestinos. A la larga, estas decisiones podría restar efectividad a la eficiente campaña de vacunación israelí.

"No sé cómo, ¿pero debe haber una manera de hacernos una prioridad, también? ¿Quién se preocupa por nosotros? No creo que nadie esté pensando en la cuestión", dijo al diario The Guardian , Mahmoud Kilani, un palestino de la ciudad de Nablus.

Expertos legales y organizaciones a a favor de los derechos humanos dicen que Israel tiene la obligación de brindar vacunas a los palestinos, debido a sus compromisos internacionales.

"No podría haber mejor ilustración de hasta qué punto se considera que las vidas israelíes valen más que las palestinas", dijo Saleh Higazi, director regional adjunto de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, de acuerdo con un comunicado.

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La organización dijo que Israel tiene el deber de garantizar el suministro igualitario de las vacunas a la población palestina que vive bajo su control, a fin de cumplir con las obligaciones que han contraído en virtud del derecho internacional. En los Acuerdos de Oslo, Israel se comprometió a trabajar con los palestinos para combatir las epidemias.

El ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, dijo que la primera obligación de su gobierno era con los propios ciudadanos, pero que a su país le interesaba contener los contagios de COVID-19 entre los palestinos.

“Si, Dios quiere, hay una situación en la que podamos decir que estamos en una posición de ayudar a otros, no cabe la menor duda que se hará”, señaló, de acuerdo con un reportaje del New York Times.

Israel, sin embargo, está en posición de apoyar a los palestinos, aunque no ha mostrado disposición de hacerlo. “En una cruel ironía, cientos de dosis a punto de expirar se desecharon en clínicas israelíes la semana pasada, según reportes, mientras que a millones de palestinos se les niega la vacuna”, escribió Yara Hawari, analista senior de Al-Shabaka: la red de políticas palestinas, en un artículo para Al Jazeera .

No habrá inmunidad de rebaño al coronavirus en 2021 pese a vacunas, según la OMS

La Autoridad Palestina en Cisjordania, un territorio ocupado desde 1967, no ha pedido públicamente ayuda a Israel para el aprovisionamiento de vacunas. Y es poco probable que los islamistas de Hamas, en el poder en la franja de Gaza recurran oficialmente al Estado hebreo, con el que libraron tres guerras desde 2008.

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La Autoridad Palestina dijo el lunes que había firmado contratos con cuatro proveedores de vacunas contra el coronavirus, incluyendo la Sputnik V rusa, y aseguró que debería tener suficiente suministro para vacunar al 70% de la población en dos meses.

"Debido a su grave situación financiera, (Palestina) necesitará ayuda externa significativa para realizar una compra sustancial", señaló Hawari.

Tanto Gaza como Cisjordania están sufriendo de un fuerte rebrote de COVID-19. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 167,674 palestinos se han contagiado de COVID-19 y 1,784 han muerto por la enfermedad. La tasa de infección en estas dos áreas es del 30% entre quien han sido examinados, en comparación con el 7.4% en Israel.

Estas disparidades pueden tener un afecto adverso para Israel. Si bien, en la mayoría de las ciudades israelíes, la vida regresará a la normalidad en el segundo trimestre de 2021, los palestinos apenas habrán accedido a las primeras vacunas y seguirán atrapados por el coronavirus.

"La decisión del gobierno israelí de hacer que la vacuna esté disponible solo para los ciudadanos israelíes no es solo una injusticia moral, es contraproducente. La inmunidad colectiva no se logrará para los israelíes sin vacunar a los palestinos. Hay más de 130,000 palestinos trabajando en Israel y los asentamientos, y cientos de miles de israelíes viajan entre asentamientos israelíes o participan en actividades militares en los territorios palestinos ocupados", escribió Mustafa Barghouthi, un médico que sirve en el comité de Salud que lidia con el COVOD-19 en Palestina, para el New York Times.

La OMS señala que para alcanzar una inmunidad se necesita que entre un 60 y un 70% de la población adquiera resistencia a una enfermedad, ya sea por enfermedad o por vacunación. Pero hay médicos como Anthony Fauci, el principal epidemiólogo de Estados Unidos, que señalan que en realidad, podría necesitarse que un 90% de la población tenga anticuerpos contra el COVID-19 para ha

Colombia sigue el ejemplo

En América, un país parece querer tomar el ejemplo de Israel, pero no por la efectividad de su plan de vacunación, sino por su disposición a negar el acceso a la vacuna a una parte de la población.

El presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el 22 de diciembre de 2020 que excluirá del proceso de vacunación masiva a los venezolanos en situación irregular, que rondan el 55% de los 1.7 millones de personas de esa nacionalidad en el país.

“Quienes no tengas en este momento la acreditación de ser ciudadanos colombianos y que no tengan regularizada su situación migratoria, por supuesto que no. Si no, imagínese lo que estaríamos viviendo: tendríamos en este momento casi que un llamado a la estampida a que todo el mundo cruce la frontera a pedir que lo vacunen”, dijo el presidente en entrevista con Blu Radio entonces.

En una entrevista con la agencia Reuters, publicada este martes, el mandatario colombiano reiteró esa medida. "Colombia simplemente no tiene la capacidad de vacunar a su propia población y a la de Venezuela al mismo tiempo", explicó.

Los casi 950,000 venezolanos que viven en Colombia de manera irregular son uno de los sectores más vulnerables y expuestos al COVID-19, por lo que el anunció de Duque generó críticas.

"No vacunar a los venezolanos es una mala idea desde un punto de vista epidemiológico. Pero es sobre todo una propuesta antiséptica: excluye a los más vulnerables y discrimina de forma casi amenazante en contra de un grupo de personas por su nacionalidad y estatus migratorio", declaró el ex ministro de Salud y actual rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria.

Duque cargó la responsabilidad de vacunar a los venezolanos sin documentos a la “comunidad internacional” y dijo que esta debe ayudar a financiar sus dosis.

"Es muy importante que la comunidad internacional, que ha estado muy preocupada por la situación en Venezuela, también nos apoye para adquirir vacunas para atender a las personas que no han regularizado o normalizado su condición migratoria en Colombia", aseguró a la agencia.

Colombia, con 50 millones de habitantes acordó comprar 10 millones de dosis de cada una de las vacunas conjuntas de Pfizer y BioNTech, y de AstraZeneca, así como 9 millones de dosis de Janssen, la unidad farmacéutica de Johnson & Johnson. Adicionalmente, aseguró otros 20 millones de dosis a través de COVAX.

Estas dosis serán suficientes para inmunizar a 29 millones de personas. La campaña de vacunación en este país sudamericano apenas comenzará en febrero.

El presidente colombiano insistió en pedir ayuda a la comunidad internacional y dijo que debe apoyar a los países de bajos ingresos para mejorar sus posiciones en las negociaciones bilaterales si se quiere lograr la inmunidad comunitaria.

Aunque procesos como el mecanismo COVAX —coordinado por la OMS—pueden ayudar a los países más pobres a asegurar algunas dosis de vacunas, el esquema tiene limitaciones, aseguró Duque.

"La única manera en que el mundo puede tener inmunidad de grupo es una vez que todos hayamos pasado por un proceso masivo universal y equitativo de vacunación", afirmó el mandatario colombiano.

Colombia, que ha reportado más de 1.8 millones de infecciones por coronavirus y 46,451 muertes.

Con información de Reuters

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