"Consideramos este informe incorrecto. Carece totalmente de fundamentos y no aporta ninguna prueba. No estamos de acuerdo con sus conclusiones", declaró el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, sobre el documento presentado el martes por la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés).
"Rusia no se inmiscuyó en las anteriores elecciones y no se inmiscuyó en las elecciones de 2020 citadas en este informe. Rusia no está vinculada a ninguna campaña contra ninguno de los candidatos", afirmó Peskov.
El portavoz señaló que Rusia se ha visto obligada "a tomar todas las medidas necesarias para minimizar los riesgos vinculados a posibles sanciones y proteger al máximo" los intereses del país.
Las agencias de inteligencia estadounidenses y el ex fiscal especial Robert Mueller habían concluido antes que Rusia también interfirió en las elecciones estadounidenses de 2016 para impulsar la candidatura de Trump, con una campaña de propaganda destinada a perjudicar a su oponente demócrata Hillary Clinton.
Mueller encontró numerosos contactos entre la campaña de Trump y Rusia. Trump, mientras era presidente, también se enfrentó a preguntas sobre los vínculos de sus asociados con Rusia y con figuras vinculadas a Rusia en Ucrania.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos sometió a Trump a un juicio político en 2019 —la primera de dos veces— por cargos derivados de su petición de que Ucrania investigara a los Biden.
De acuerdo con las agencias de inteligencia estadounidenses, no solo Rusia intentó interferir en las elecciones, sino que también lo hizo Irán.
El informe indica que se realizó una “campaña de influencia encubierta de varios frentes” por parte de Teheran, destinada para socavar a Trump.
Además, revelaron que Cuba, Venezuela y la milicia chií libanesa Hezbolá también trataron de influir en el proceso, aunque con un efecto mucho mas limitado.
Con información con AFP, Reuters y EFE