"Hace mucho que sabemos que la fuerza militar no va a resolver (lo que pasa en) Afganistán", reconoció el funcionario, por lo que Biden quiere pasar a una estrategia "diplomática que apoye el proceso de paz" entre el gobierno afgano y los talibanes.
Ese grupo insurgente advirtió en marzo de que si Estados Unidos no cumplía con su compromiso de retirar a todas las tropas para mayo, consideraría roto el acuerdo alcanzado el año pasado en Doha, y no descartó una nueva ofensiva.
El alto cargo advirtió a los talibanes de que habrá una "respuesta contundente" en caso de que ataquen a las tropas al salir.
"Hemos comunicado claramente a los talibanes en términos que si lanzan ataques contra Estados Unidos o las fuerzas aliadas mientras realizamos esta retirada", dijo, "responderemos y de forma dura”.
Los funcionarios estadounidenses también han culpado a los talibanes por no cumplir con los compromisos de reducir la violencia y algunos han advertido sobre los vínculos persistentes de los talibanes con Al Qaeda.
Esos lazos desencadenaron la intervención militar de Estados Unidos en 2001 después del ataque de Al Qaeda el 11 de septiembre, cuando secuestradores del grupo extremista estrellaron aviones contra el World Trade Center en la ciudad de Nueva York y en el Pentágono, en las afueras de Washington, matando a casi 3,000 personas.
El informe de evaluación de amenazas publicado el martes por el director de la inteligencia nacional señaló que los talibanes están "confiados de que pueden lograr la victoria militar".
"Las fuerzas afganas continúan asegurando las ciudades más importantes y otros bastiones del gobierno, pero continúan atadas en misiones defensivas y han tenido dificultades para mantener territorio recapturado o para restablecer una presencia en las áreas abandonadas en 2020", valoró.
Con información de AFP y EFE