No es la primera vez que se denuncian agresiones contra periodistas en El Salvador y numerosas vulneraciones están respaldadas por informes de instituciones como la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Bukele citó a embajadores en El Salvador para reclamarles por condena a su país
Esta última organización rechazó la expulsión del periodista mexicano, pues considera que se trata de una represalia y "un nuevo ataque contra el periodismo independiente".
"Con este tipo de acciones, se busca hostigar a periodistas y medios independientes. Se trata de enviar un mensaje alto y claro de que el gobierno no está dispuesto a ser cuestionado", expresó Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, en un comunicado.
Desde 2018, APES monitorea las agresiones a periodistas y señala que, con la llegada de Bukele al poder, se ha visto un aumento de ataques provenientes de entidades del Estado. En su informe anual de 2020, la cifra de periodistas que sufrieron agresiones duplicó la cifra de 2018. La asociación denuncia, además, un aumento en el acoso digital (el 20% correspondiente a mujeres) contra comunicadores que cuestionan las acciones de los funcionarios del Estado.
Bukele, un "acosador" del periodismo
Por su parte, la SIP, en su informe de medio año de 2021, que analizó del 20 al 23 de abril el estado de la libertad de prensa en 25 países de América, denunció que la libertad de expresión salvadoreña "experimenta el más grave deterioro de la posguerra, con un gobierno que presiona, amenaza y expresa abiertamente desprecio hacia los medios y periodistas independientes e instituciones".
En dicho reporte, Bukele forma parte de "los principales acosadores del periodismo" junto con los mandatarios Jair Bolsonaro de Brasil, Andrés Manuel López Obrador de México y Alberto Fernández de Argentina. Además, el gobierno salvadoreño, junto con los de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, es señalado por usar sus medios de comunicación y las redes sociales para desacreditar a periodistas.