Al borde de una crisis humanitaria
Los grupos humanitarios han advertido de una catástrofe inminente y la economía, dependiente durante años de muchos millones de dólares de ayuda extranjera, está a punto de colapsar.
Muchos afganos tenían problemas para alimentar a sus familias en medio de una grave sequía mucho antes de que los talibanes tomaran el poder, y ahora millones de personas podrían sufrir de inanición, según las agencias de ayuda.
La ONU advirtió que hay 18 millones de personas a las puertas de un desastre humanitario y que esta cifra podría duplicarse muy rápidamente.
"Desde el 15 de agosto, hemos visto cómo se acelera y magnifica la crisis, con el inminente colapso económico que se avecina para este país", dijo a Reuters desde Kabul Mary-Ellen McGroarty, directora del Programa Mundial de Alimentos en Afganistán.
Los talibanes aplicaron una forma radical de sharia, o ley islámica, cuando gobernaron de 1996 a 2001. Pero esta vez, el movimiento ha intentado presentar una cara más moderada al mundo, prometiendo proteger los derechos humanos y abstenerse de tomar represalias contra antiguos enemigos.
La atención se centra ahora en si los talibanes pueden formar un gobierno capaz de manejar una economía destruida por la guerra y honrar sus promesas de un gobierno "inclusivo".
Estados Unidos, la Unión Europea y otros países han puesto en duda estas garantías, afirmando que el reconocimiento formal del nuevo gobierno, y el consiguiente flujo de ayuda económica, está supeditado a la adopción de medidas.
Los talibanes han prometido que los extranjeros y afganos que no pudieron viajar en el puente aéreo que finalizó con la retirada de las tropas estadounidenses antes de la fecha límite del 31 de agosto podrán salir del país. Pero, con el aeropuerto de Kabul todavía cerrado, muchos intentaban huir por tierra.
Miles de afganos también esperan en "centros de tránsito" en terceros países.
Con información de AFP, EFE y Reuters